Amplios sectores de la sociedad y la política de numeroso países llevan años reclamando la elección de una mujer como Presidente del Gobierno. Es una ambición que muy pocos países han logrado. Irónicamente, en Hungría, un país acusado de ser una guarida de los llamados “discriminadores de género”, una mujer acaba de ser elegida presidente de Hungría. Ella es Katalin Novák. Sí, es una mujer, pero sobre todo es una firme partidaria de las políticas familiares y de la defensa de las raíces cristianas, además de amiga y colaboradora de iFamNews. Tiene 44 años, está casada, es madre de tres hijos y, como ministra de Políticas Familiares desde 2020 hasta el 31 de diciembre del año pasado, animó a los jóvenes húngaros a decir sí a la vida.
Una victoria aplastante contra su oponente
Novák, exvicepresidenta del partido gobernante Fidesz entre 2017 y 2021, anunció su candidatura a la jefatura del Estado en vísperas de la Navidad. En las pasadas elecciones, celebradas en el Parlamento de Budapest, obtuvo 137 de los 193 votos posibles, derrotando así fácilmente a su oponente, el economista Péter Rona, candidato de la lista conjunta de la oposición “Unidos por Hungría”. El el 3 de abril se celebrarán las elecciones generales en Hungría.
“Que Dios me ayude”
El 3 de abril será también el día de un choque entre dos visiones del mundo opuestos. El gobierno de Viktor Orbán, a riesgo de acabar estigmatizado en la “lista negra” del Globalismo, ha hecho de las políticas familiares y de la oposición a la agenda radical LGBT+ su principal seña de identidad. Katalin Novák fue uno de los principales artífices de la vocación pro-familia y pro-vida de Hungría. Fue ella, por ejemplo, quien en febrero de 2020 firmó en Washington el manifiesto Asociación para las Familias entre ambos países, Hungría y Estados Unidos, para apoyar, en foros internacionales como la ONU, la importancia de la familia y “proteger la vida humana desde la concepción hasta el momento de la muerte natural”. Ahora su compromiso será dirigir el más alto cargo del Estado. Su primer comentario en Twitter fue “Que Dios me ayude”.
Mucha suerte Katalin