En diciembre, el Primer Ministro húngaro, Viktor Orbán, lanzó un mensaje contundente a los radicales activistas LGBT: “dejad a nuestros hijos en paz”.
La pasada semana, el parlamento húngario volvió a ponerlo de manifiesto con un voto abrumador a favor de un proyecto de ley que garantiza y protege la inocencia de los niños húngaros.
El martes 15 de junio, la Asamblea Nacional de Hungría votó por 157 votos a favor y 1 en contra un proyecto de ley que establece una amplia gama de medidas destinadas a proteger a los niños. Además de legislar asuntos como la creación de un registro nacional de delincuentes sexuales (similar al que existe en Estados Unidos y otros países), el proyecto de ley también prohíbe que se compartan contenidos con menores -dentro y fuera de las aulas- que promuevan una agenda sexual concreta (en lugar de enseñar a los niños simplemente el funcionamiento biológico del cuerpo y el acto reproductivo). El proyecto de ley fue presentado en mayo por el partido conservador, actualmente en el gobierno, Fidesz de Orbán, que también cuenta con mayoría parlamentaria. Fidesz comenzó a revisar la normativa sobre pornografía infantil en agosto de 2020, después de que el embajador de Hungría en Perú fuera condenado a una pena de prisión -suspendida- por poseer miles de fotografías pornográficas de menores.
Un diputado independiente votó en contra del proyecto y otros opositores intentaron boicotear la votación en señal de protesta. Los mal llamados, pero autodenominados “grupos de derechos humanos” denunciaron enérgicamente la ley, argumentando que confunde a las personas LGBT con los pedófilos. Un experto político lo equiparó a la “pedofilia política clásica“, acusando a Fidesz de utilizar el proyecto de ley como una estratagema para despertar a su base conservadora antes de las elecciones parlamentarias del próximo año.
Sin embargo, el Secretario de Estado del Fidesz, Csaba Domotor, subrayó que la protección de los niños es primordial, señalando las enmiendas a la ley, como la que introduce el registro de pedófilos condenados que se puede consultar. “Los pedófilos ya no podrán esconderse: también hay soluciones similares en otros países. El código penal será aún más estricto. Los castigos serán más severos. Nadie podrá salir impune de sus atrocidades con penas leves y libertad condicional”, afirmó.
Aunque las enmiendas -que se apoyan en la Ley Fundamental de Hungría del pasado mes de diciembre- fueron aceptadas en su mayor parte, hubo protestas en torno a algunas modificaciones del proyecto:
- En lo que respecta a la educación sexual en las Escuelas, los materiales escolares no deben contener nada destinado a cambiar de género o promover la homosexualidad.
- Además de los profesores de la escuela, sólo pueden impartir clases de educación sexual las personas u organizaciones inscritas en un registro oficial y continuamente actualizado. Esto significa que las ONGs activistas que anteponen su ideología a la Biología y otras ciencias, quedarían probablemente excluidas.
- Asimismo, el derecho de un niño a identificarse según su sexo de nacimiento está protegido por la ley bajo el sistema de protección de la infancia.
- Está prohibido difundir contenidos dirigidos a los jóvenes menores de 18 años que tengan representaciones pornográficas, se retraten de forma sexual o hagan cualquier cosa que promueva la homosexualidad o una identidad de género distinta a la de nacimiento. Lo mismo ocurre con los anuncios publicitarios.
- Las televisiones estarán obligadas a emitir un certificado de 18+ para las películas y programas con contenido que se desvíe de las restricciones de la ley, mientras que la Autoridad húngara de Medios de Comunicación deberá solicitar medidas correctivas al estado miembro bajo cuya jurisdicción se produzcan dichas infracciones.
Más de una docena de organizaciones locales, entre ellas Amnistía Internacional Hungría, manifestaron en un comunicado que la ley, según ellos, no se ajusta a la sociedad húngara. En un post de Facebook, el alcalde de Budapest, Gergely Karácsony (político de izquierdas), lo calificó de “día vergonzoso” para Hungría, mientras que Dunja Mijatovic, comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa, pidió a los legisladores húngaros que rechazaran la legislación, afirmando que reforzaba los prejuicios contra las personas LGBT.
Sin embargo, la realidad es que ha habido muchos relatos de prejuicios injustos pero contra personas que han sido víctimas de la agenda LGBT, siendo el movimiento transgénero una nueva arma utilizada. En Canadá, un cartero de Vancouver cumple actualmente una condena de seis meses de cárcel por negarse a afirmar que su hija es varón. Rob Hoogland fue condenado en abril después de que su hija fuera adoctrinada con la ideología transgénero durante años en la escuela primaria. Además, la niña había iniciado la “transición” a varón bajo la supervisión de un psicólogo que la había remitido a un endocrino de la Clínica de Género del Hospital Infantil de BC en Vancouver. Todo esto, dentro y fuera del aula, ocurrió sin que Hoogland lo supiera.
El ministro de Asuntos Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, dijo que “la protección de nuestros hijos no tendría que ser la cuestión: tolerancia cero para los pedófilos, y recordar que la educación sexual y de valores de los niños es un derecho exclusivo de los padres”. La diputada del partido Fidesz Gabriella Selmeczi dijo que “el verdadero liberalismo consiste en dejar en paz a los menores de 18 años con las cuestiones que afectan a su orientación sexual”.
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