Hollywood es maravilloso para distorsionar la realidad. Aunque sólo sea por eso, es genial para hacer que la excepción parezca la regla. De hecho, si no hicieran más que ver la televisión e ir al cine, verían una América que es exactamente lo contrario de la realidad.
Por ejemplo, el programa LGBT; Hollywood se lo ha creído a pies juntillas. Si uno ve la televisión o va al teatro, juraría que la mitad de los estadounidenses son lesbianas, gays, bisexuales, transexuales o alguna de las otras veintidós (o incluso más) “identidades” de la sopa de letras LGBT. Sin embargo, en la realidad, la población LGBT ronda el 5%, es decir, un 90% menos de lo que Hollywood quiere hacer creer.
¿Por qué hace esto la Ciudad del Oropel? Denigrar a propósito la cosmovisión judeocristiana y la moral tradicional. “¡Oye! ¡La mitad de Estados Unidos es LGBT! ¡Es totalmente normal! Olvida los hechos!”
O la distorsión del padre o la madre tradicionales en la televisión y el cine. A Hollywood le encanta retratar al padre americano caído. Parece ser un gran marido y padre, entrena a los equipos de fútbol de sus hijos, va a la iglesia con regularidad -podría incluso ser pastor-, pero en realidad es un padre abusivo o un violador y asesino en serie nocturno. A Hollywood también le gusta presentar a la madre tradicional como alguien que se muere por dentro con su vida “aburrida” y que le gustaría alejarse de su familia para ser una mujer “liberada”. En realidad, sin embargo, muy pocos hombres aparentemente virtuosos y de modales suaves son criminales secretos y muy pocas madres tradicionales son realmente miserables al pasar tiempo con sus cónyuges e hijos. De hecho, las encuestas y los estudios muestran repetidamente que las mujeres que trabajan desean pasar más tiempo con sus familias.
¿Por qué Hollywood distorsiona la realidad? Para atacar a propósito la cosmovisión judeocristiana y la moral tradicional, por eso. “Oye, ese hombre que tanto admiras por llevar una buena vida, ir a la iglesia y valorar su matrimonio y su familia, es en realidad una persona muy mala por dentro. Todas estas cosas aparentemente buenas lo convirtieron en un asesino de hachas secreto. Eso es lo que se consigue por adherirse a la tradición y a la virtud”.
El mundo según Hollywood es un lugar que no se parece al mundo real en el que vivimos. A Hollywood le encanta hacer que la excepción parezca la regla para mostrar la irrelevancia de la cosmovisión judeocristiana y la moral tradicional. Si quieres entender Hollywood, lee 1984 de George Orwell: “La guerra es la paz. La libertad es la esclavitud. La ignorancia es la fuerza”.