Last updated on abril 12th, 2021 at 03:39 am
En el año 1991 conocí personalmente al Dr. Bernard Nathanson y su mujer en la ciudad mejicana de Puebla cuando se le concedió el reconocimiento de Doctor Honoris Causa por la Universidad UPAEP. Tuve ocasión de saludarle. Su historia me impresionó: Bernard Nathanson, médico estadounidense, había realizado miles de abortos y fue uno de los más fervientes defensores de la industria del aborto, llegando a participar en la fundación de la Asociación Nacional para la Derogación de las Leyes de Aborto en Estados Unidos. Pero un día se dio cuenta de que lo que estaba realizando no era lo correcto.
Lo contó en el documental “El grito silencioso”.
Si eres muy aprensivo, ten en cuenta que la descripción que voy a hacer a continuación es muy gráfica. Una vez, contándola en un colegio mayor de chicas, en la ciudad de Santiago de Chile, me di cuenta que debía “suavizar” la realidad de cómo se realiza una intervención de aborto, porque quizá “era demasiado”.
Volvamos al Dr. Nathanson. Me lo imagino practicando un aborto. La madre sedada en una fría habitación de la clínica. Él introduciendo por la vagina de la mujer la solución salina para que el feto entrara en parada cardiorrespiratoria. En una etapa del desarrollo del feto donde aún no ha desarrollado el mecanismo de defensa natural de “shock” para entrar en inconsciencia ante un dolor insoportable. Un feto en una etapa inicial ya tiene desarrollado el sistema nervioso y “siente” plenamente (se expresan, sonríen, hacen muecas, pero también sienten el dolor). En una etapa más madura desarrolla el mecanismo de defensa en modo de “shock”, para poder sobrevivir a un episodio de intenso dolor, entrando en inconsciencia y anulando los sentidos.
Pero es en esa etapa intermedia (sensible pero sin mecanismo de defensa con lo que la crueldad es máxima) donde el feto empieza a quemarse con la sal hasta que sus órganos colapsan… y sin anestesia, una auténtica aberración. Si a los animales previo al sacrificio, por humanidad se les suministra una pequeña anestesia para aturdirles…. ¿por qué no suministramos a los niños por nacer un calmante médico para que los últimos espasmos y convulsiones no estén, mientras su carne queda llagada en carne viva, al menos anulados sus sentidos?
Cuando el latido del feto ha dejado de latir, se introducen los instrumentos para ir troceándolo por partes (no cabe por el canal de salida y por eso hay que sacarlo por partes). Lo primero aplastar la pieza más grande: la cabeza, para ello se hace la compresión craneal intra-uterina, que supone aplastar la cabeza del feto antes de su evacuación para que quepa. La masa encefálica y los huesitos, en textura de puré con grumos sale aspirada por la cánula introducida. A continuación se va descuartizando y cortando tronco, extremidades, etc. Con la cánula, aspiración y ayudado por unas pinzas se van extrayendo las partes y se van colocando en una bandeja de quirófano a un lado de la paciente. En ella se van ordenando los miembros extraídos: en el centro el tronco, arriba la masa de la cabeza, a los lados los brazos, las piernas, piezas sueltas que van formando el puzle de morfología humana para asegurarse que han salido todas las piezas y no queda ningún residuo del bebé en el vientre materno.
Esto cuando el feto está en una edad gestacional menos avanzada, porque a partir del 6º mes habrá, con oxitocina, inducir al parto y cuando asome la cabeza del bebé, aplastarla con las pinzas grandes y tirar del cuerpo para extraerlo completo. Si sobrevive, se dejará en la bandeja hasta que el corazón deje de latir.
Un día la solución salina no actuó como esperaba y al salir la cabeza, ésta agonizaba con espasmos ante la aterradora mirada del Dr. Nathanson. Ahí cambió todo. “miró por primera vez a los ojos” al ser vivo. Como los nazis a los judíos, la sinrazón se basa en la deshumanización. Por eso, para deshumanizar la operación del aborto, a la madre nunca le dejarán mirar el ecógrafo, ni escuchar los intensas pulsaciones del ritmo cardiaco. Un latido del corazón podría hacer preguntarse a la madre…. que porqué oye un latido que no es el suyo, si se supone que el conjunto de células forman parte de ella. Por supuesto, se le ocultará la realidad…. porque mirar a los ojos a un ser humanos…. humaniza al más duro criminal…. bueno, a casi todos, por eso nunca se debe mirar a los ojos a un bebé cuando se realiza un aborto.
El Dr. Nathanson se convirtió en activista provida.
La película cuenta la historia del Dr. Bernard Nathanson y la Dra. Mildred Jefferson enfrentándose en una batalla judicial muy turbia y llena de conspiraciones del potente interés de la industria de la Muerte que condujo al caso judicial más famoso y controvertido de la historia norteamericana: Roe V. Wade.
Ayúdanos a promocionar la nueva película Roe v. Wade que se estrena la semana que viene. Es una gran película provida.
https://itunes.apple.com/us/movie/roe-v-wade/id1559069549?ls=1
No te la puedes perder. Una buena noticia para avanzar en la cultural a favor de la Vida. Te dejo el trailer: