Siempre me sorprende cómo, en los Estados norteamericanos gobernados por “demócratas”, los excesos ideológicos conducen a decisiones totalmente irracionales y peligrosas. En particular, me han sorprendido las últimas decisiones tomadas en Oregón y Minnesota.
En Oregón, los legisladores están estudiando un proyecto de ley para derogar oficialmente el requisito de residencia para los pacientes que deseen solicitar el suicidio asistido por un médico en el estado, convirtiendo así al “estado” en un destino privilegiado para el “macabro turismo de la eutanasia”.
El proyecto de ley 2279, patrocinado el año pasado por la ex gobernadora demócrata Kate Brown, deroga el requisito de residencia de la Ley de Muerte Digna y permitiría a los adultos de estados prohibicionistas y con enfermedades terminales solicitar el suicidio asistido por un médico en Oregón.
El proyecto de ley fue el resultado de un acuerdo sobre una demanda presentada en marzo de 2022 contra Brown y otros funcionarios estatales por el Dr. Nicholas Gideonse, un médico de Oregón que alegaba que el requisito de residencia violaba la garantía de igualdad de trato de la Constitución estadounidense. Como parte del acuerdo, los organismos estatales acordaron dejar de aplicar el requisito de residencia de la Ley de Muerte Digna, promulgada en 1997.
La ley HB 2279 de Oregón codificaría este cambio. “El proyecto de ley 2279 es una expansión de una ley ya peligrosa, presentada como solución a un problema que no existe”, dijo Lois Anderson, directora ejecutiva de Oregon Right to Life, a Fox News Digital.
Los promotores de la eutanasia de “Compassion & Choices”, hicieron un llamamiento a los legisladores estatales para que garanticen que ningún otro paciente vea interrumpida su atención por el lado de la frontera estatal en el que viva. Distinta fue la postura de la Conferencia Católica de Oregón, que al oponerse preguntó si los legisladores estaban seguros de querer que “Oregón se convierta en el líder mundial del suicidio”.
El debate sigue abierto, pero la mayoría demócrata de Oregón pretende seguir adelante: convertir el Estado en la tumba de los enfermos, deprimidos y ancianos del mundo a los que se convence para que se suiciden o se les aplique la eutanasia.
Igualmente aterradora es la voluntad de los legisladores demócratas del estado de Minnesota que están considerando un proyecto de ley que establecería el estado como un “refugio trans” para los niños que deseen someterse a procedimientos médicos transgénero, pero puede ser bloqueado por las leyes de otros estados.
El proyecto de ley, HF146, “transformaría Minnesota en un Estado santuario para las personas trans, protegiendo a estas personas, a sus familias y a los médicos de las repercusiones legales de viajar a Minnesota para recibir tratamiento de afirmación de género”, dijo Finke.
Esta necesidad es desesperada en mi comunidad. No se trata de un escenario hipotético”, dijo Finke, recién elegida parlamentaria transgénero, sobre el proyecto de ley. “Ahora mismo en Minnesota hay personas de distintos géneros recibiendo tratamiento para la afirmación de su género. Otros están huyendo de sus estados de origen preguntándose a dónde acudir”.
La ley HF146 impediría a las fuerzas del orden retirar la custodia de un menor a sus padres en virtud de una orden de fuera de Minnesota. Esta cláusula pretende garantizar que los menores sometidos a procedimientos de transición de género permitidos por la legislación de Minnesota no puedan regirse por las leyes de protección de menores de otros estados.
¿Qué puedo decir? Los representantes del Partido Demócrata estadounidense han perdido su “brújula”, así como toda memoria de su tradición política, y han olvidado la centralidad del bienestar y la dignidad de todo ser humano que yacen en el corazón de la Constitución estadounidense.