El St. Mary’s College de Notre Dame, Indiana, está siendo criticado por contemplar un plan para admitir a estudiantes varones que se autoidentifiquen como mujeres. Tras el escrutinio público, la dirección del colegio católico exclusivamente femenino anuló esta decisión. Sin embargo, el incidente desató discordias entre estudiantes, profesores y antiguos alumnos que siguen resonando, incluso un mes después del anuncio original.
La controversia ha llevado a los miembros de la comunidad a boicotear la recaudación de fondos de la universidad, hacer circular una petición para la destitución de la presidenta Katie Conboy e iniciar un nuevo grupo de vigilancia dedicado a preservar la identidad católica de la institución. Este incidente amplificó las preocupaciones existentes sobre el cumplimiento por parte del colegio de su identidad católica.
Los críticos también argumentan que la dirección de la escuela ha mostrado una falta de publicidad en lo que respecta a los cambios en las políticas. Muchos creen que la administración ha intentado alejar la trayectoria de St. Mary de las enseñanzas y tradiciones católicas.
Estos incidentes han puesto el cargo de Conboy y la dirección de la escuela bajo escrutinio. El plan estratégico de Conboy titulado “Reverdecer y revisar” se ha enfrentado a cuestionamientos debido a la propuesta de cambios controvertidos, como el nuevo Centro LGBT y contrataciones clave que incluyen a figuras polémicas. Los críticos sostienen que estas decisiones no se ajustan a la identidad católica prevista para la escuela.
Ahora, ambas partes de la controversia exigen un cambio. Algunos insisten en un cambio de liderazgo y otros proponen la formación de nuevos grupos de vigilancia que supervisen de cerca las actividades de la escuela preservando al mismo tiempo su identidad católica. A medida que se desarrolla la historia, muchos perciben que el camino hacia la resolución está lejos de terminar.