El promotor de la cultura de la cancelación Andrew Cuomo culpa a la misma de su caída

El ex gobernador de Nueva York otrora defensor de la cultura de la cancelación, la sufre en sus propias carnes de mano de sus compañeros del Partido Demócrata. La fiscal general de Nueva York, Letitia James llama a Cuomo "hombre enfermo y patético".

Al final, la izquierda se fagotiza. Y Andrew Cuomo es un ejemplo más de este fenómeno caníbal.

Predicando desde el púlpito a los fieles dominicales en la Iglesia God’s Battalion of Prayer Church en Brooklyn, Andrew Cuomo explicó cómo la cultura de la cancelación es la culpable de su desaparición. Refiriéndose a su vergonzosa salida de la oficina del Gobernador el pasado mes de agosto debido a las numerosas acusaciones de mala conducta sexual, el hombre de 64 años admitió que “fue horroroso… probablemente el momento más duro de mi vida”. Cuomo -que se autoidentifica como Católico Romano (sic)- eligió la congregación predominantemente negra de una iglesia no confesional como su primer paso de vuelta al terreno público, admitiendo que “no me he atrevido a hablar de ello en público aún, porque quería hablar primero aquí con vosotros porque es la guía de Dios la que me está ayudando a pasar este trance”.

Esta predicación se produce después de un comunicado que lanzó la semana pasada en un esfuerzo por limpiar su nombre.

En su discurso de 20 minutos, Cuomo se refirió al despido de su hermano (el presentador de la CNN Chris Cuomo) y denunció la “cultura de la cancelación” que le ha dejado pocos amigos dentro y fuera del espectro político.

Aprovechó -una vez más- para insistir en que no hizo nada que violara la ley en cuanto a sus múltiples relaciones con diversas mujeres, afirmando que no era consciente de que ello pudiera “hacerse sintir incómodo” a ninguno de sus “ayudantes”. Cuomo justificó sus “manoseos, besos, abrazos y comentarios inapropiados no deseados” a estar “anticuado y fuera de onda”.

Toda su diatriba repleta de referencias superfluas a la búsqueda de la paz, apelando a su fe en Dios, y tratando de presentarse como un buen hombre víctima del ataque por los adversarios…. lo contrario a la fiscal general de Nueva York, Letitia James, que le acusó. Según una declaración durante su campaña (James se presenta a la reelección), “el acosador sexual en serie Andrew Cuomo ni siquiera exime a su feligresía de sus mentiras… a pesar de que múltiples investigaciones independientes encontraron que los testimonios de sus víctimas eran creíbles, Cuomo sigue culpando a todos menos a sí mismo. Cuomo no fue finalmente acusado; renunció para que no lo impugnaran”.

Mientras Cuomo despotrica contra la “cultura de la cancelación”, hay que recordar sus palabras dirigidas a los votantes republicanos y a los “conservadores de derechas” que se opusieron a la NY SAFE Act (ley de regulación de armas) de 2013. En una entrevista realizada en enero de 2014, Cuomo se puso como principal defensor de la cultura de la cancelación al afirmar que los conservadores sociales “no tienen cabida en el estado de Nueva York”.

Salir de la versión móvil