El líder del Partido Conservador, Pierre Poilievre, ha condenado públicamente el aumento de los ataques incendiarios contra iglesias en todo Canadá, acusando al primer ministro Justin Trudeau de contribuir a la creciente división y animadversión hacia los cristianos. La crítica se produce en medio de informes de que unas 100 iglesias han sido blanco de ataques desde principios de 2021. Poilievre sostiene que es esencial reforzar las medidas de seguridad en los lugares de culto y aboga por el endurecimiento de los cargos penales contra los condenados por incendios provocados.
El aumento de las quemas de iglesias se produjo tras el supuesto descubrimiento de “tumbas sin nombre” en antiguos internados gestionados por la Iglesia. Poilievre sostiene que los canadienses tienen derecho a una investigación completa sobre estos posibles restos. Afirma que aunque las acciones abusivas del Estado y de la Iglesia en relación con los internados fueron horrendas, este hecho no justifica estos episodios de incendios provocados en iglesias.
El gobierno de Trudeau se ha enfrentado a críticas por su deslucida actuación a la hora de detener a quienes están detrás de la quema de iglesias y por no abordar la raíz de estos actos violentos. Trudeau ha declarado que la quema de iglesias fue “inaceptable y errónea”, pero también “comprensible”.
Sólo en diciembre de 2023, cuatro iglesias de Alberta fueron objetivo de los pirómanos. A pesar de estos incidentes, una moción del Partido Conservador que habría condenado la quema de iglesias y los actos de vandalismo fue rechazada por los diputados liberales y del NDP.
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