Puede que pensaras que el Joker, el villano más famoso del Universo DC, posiblemente del mundo, se limitaría a eso, a ser un supervillano. Pero parece que los guionistas Matthew Rosenberg y Carmine Di Giandomenico tenían otra cosa en mente, utilizar al Joker para normalizar la ideología transgénero.
En la última edición del Joker: El hombre que dejó de reír, el Joker se queda embarazado. Sí, así es, embarazado. Su interés amoroso en la historia, Zatanna, lanza un hechizo que resulta contraproducente, provocando que el Joker se quede embarazado. Este giro de los acontecimientos se trata como algo normal en el cómic, y no como una imposibilidad chocante.
Algunos argumentan que no se trata de una acción política, y que no es más que otra aventura salvaje como todas las demás que emprende el Joker. Esta opinión es ingenua o una auténtica mentira. Los cómics atraen a un público más joven y son un medio perfecto para difundir creencias y moral. Pero en lugar de difundir las moralejas clásicas que suelen atribuirse a las historias de superhéroes, como el bien contra el mal y los ejemplos masculinos tradicionales, los guionistas de cómics modernos como Rosenburg y Giandomenico intentan claramente normalizar conceptos sobre el género y el sexo que van en contra del orden natural y de la familia.
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