El flirteo Abu Dabi-Vaticano o los traductores vaticanos ayunos de teología

“Matemos a todos los traductores, eso es lo primero que debemos hacer”. Shakespeare adaptado.

Ya es una verdad por todos aceptada que existe una alarmante confusión creada por el documento firmado conjuntamente por el Imán de la Universidad de Al Azahar y el Vaticano en Abu Dabi con ocasión del viaje de Francisco a esa capital de los Emiratos Árabes Unidos entre el 3 y el 5 de febrero de 2019. Y la confusión se generó a raíz de la falsa concepción que se empeñan en vitorear muchos, pero que contradice la doctrina de la iglesia católica, en concreto que “Dios desea la pluralidad de religiones”, todo ello debido a la discrepancia de traducciones a los distintos idiomas. Aquí analizo esas traducciones y su contenido, incluyendo las del polaco y el árabe.

LA CLAVE DE ABU DABI ESTÁ EN SHAKESPEARE

Hay una cita de Shakespeare de la que muchos abusan: “Matemos a todos los abogados, eso es lo primero que debemos hacer”. Se halla en el acto IV, escena segunda, de la segunda parte de “El Rey Enrique VI”, aunque con clave de humor, como acostumbra Shakespeare a la vez que corta con un bisturí afilado en el punto exacto de la dermis de la sociedad de su tiempo. En esta obra de Shakespeare, el golpista Jack Cade quiere usurpar el trono del rey y promete pan y circo al pueblo: que será delito beber cervezas pequeñas, que instaurará una comunidad de bienes, que no habrá moneda y la fraternidad universal, entre otras mejoras. Es en ese momento cuando su sicario Dick Butcher (Butcher significa ‘carnicero’ en inglés) dice que lo primero que hay que hacer es matar a todos los abogados, que se empeñan en guardar los principios que, dice, hacen a los hombres libres. Intenta así Butcher primero acabar con el sistema y después proclamar el señorío de Cade sobre toda una vez el pueblo está aletargado. Existe un artículo interesante y riguroso, a la vez que entretenido y breve sobre este relato para el lector que quiera abundar en él, del abogado Román Gil Alburquerque en su blog.

El Papa Francisco con el Gran Imán de Al-Azhar, febrero de 2019

EL MENSAJE PAPAL, VÍCTIMA DE UNA COHORTE DE TRADUCTORES DE PATA LIBRE

Wojciech Giertych, conocido como “el teólogo del Papa” parece que confirmó que él nunca vio el documento final, como defendía el papa Francisco y de lo que se deduce que alguien miente. Si es así, parece que habrían manipulado al papa Francisco contándole historias, al haberse resaltado por parte de muchos —católicos, no cristianos, ateos, masones…— tanto sencillos como académicos el error teológico escondido en esa frase. Francisco dio importancia al hecho que Wojciech Giertych —nombrado teólogo de la Casa del papa por Benedicto XVI— había “aprobado” el documento.

En la siguiente tabla ofrezco una comparación de todas las traducciones al español desde las lenguas en que se ofrece el documento vaticano en la página oficial. Por un lado, las traducciones las elaboro directamente como filólogo y traductor, con la ayuda de nativos cultos colegas míos en el caso del árabe y otras lenguas. Por otro lado, contrasto estas traducciones con las evacuadas por el algoritmo de Google en Google Translator a partir del Texto 1.

Es curioso constatar que la traducción automática al español que ofrece Google a partir del polaco y que ofrezco aquí produce la misma exacta traducción que la versión en español del documento que se da por original en la página web del Vaticano en español. Las líneas claves son: “El pluralismo y la diversidad de religión, color, sexo, raza y lengua son expresión de una sabia voluntad divina, con la que Dios creó a los seres humanos”. Parece natural si se para uno a pensarlo, puesto que el redactor responsable de su contenido teológico, como hemos resaltado más arriba, es de ascendencia polaca, aunque nacido en Londres. Esta traducción al español no ofrece realmente este problema, porque todo cae dentro de los designios de la Providencia de Dios. No ocurre lo mismo con las otras traducciones.

Es deseable que la traducción del documento original no se haya obtenido en algunos idiomas utilizando el traductor automático de Google desde el idioma polaco, evacuando el error teológico sobre que “Dios desea la diversidad de religiones” y todo por virtud de un algoritmo. Todo es posible sin embargo en las traducciones vaticanas, me comenta un experto en estos temas legales y vaticanos. Lo que niega el padre Wojciech Giertych es haberlo aprobado, o lo que es lo mismo, haberlo revisado idioma a idioma y constatado que las traducciones convergen en su significado para las personas de cada lengua específica. Esto es lo que habitualmente significa “aprobar” un documento lleno de traducciones sobre temas teológicos vaticanos.

Así, podría ser muy bien que el documento que se toma como referencia, en español, sea a su vez una traducción desde el polaco. Apoya esta hipótesis el hecho que el documento no presenta argentinismos claros como sí los presentan partes de otros documentos que incluso son magisterio, en mayor o menor grado por ser encíclica, o por ser exhortación apostólica, al ser el Papa de estos momentos argentino, y ser argentinos también algunos de los que le elaboran el borrador de sus documentos.

EL PAPA ADMITE LA CORRECCIÓN DEL OBISPO SCHNEIDER

El punto crítico está en si Dios “quiere” o “no quiere” o bien si “tolera o permite” la diversidad de religiones. Ante la defensa por parte de algunos de la frase del documento en que Dios querría la diversidad de religiones, surgen varios aspectos a considerar de grave importancia. En primer lugar, es cierto y es sabido por la Fe Católica que nada escapa a la Voluntad de Dios. Nada existe sin que Dios le dé la existencia, y leemos en los Evangelios, parte del Libro que comparten cristianos y musulmanes; “¿No se vende un par de pajarillos por un as? Pues bien, ni uno solo de ellos caerá en tierra sin que lo permita vuestro Padre”. (Mateo 10, 30,31)

Sin embargo, hay más “than meets the eye”, de lo que parece a simple vista. Y aunque muchos lo han notado, fue monseñor Schneider quien lo comentó con Francisco, obteniendo del Papa la confirmación del peligro de una lectura simplista errónea del Documento sobre la Fraternidad Humana Por la paz Mundial y la Convivencia Común. Tan errónea que es contraria a la Fe católica. Pues bien, fue durante la visita ad limina de los diez obispos de Kazajstán y Asia Central al Papa el 1 de marzo de 2019, cuando monseñor Schneider le preguntó al Papa Francisco, como cuenta el portal Lifesitenews, por esta ambigüedad. Y explica Schneider: «La respuesta del Papa fue muy clara. Dijo que la diversidad de religiones es solo la voluntad permisiva de Dios. Insistió en ello y nos dijo: ‘también ustedes pueden decir esto, que la diversidad de religiones es la voluntad permisiva de Dios’».

Monseñor Schneider abundó un poco más cuando incidió en el hecho de que en la misma frase del documento hay una evidente comparación entre la diversidad de religiones y la diversidad de sexos: «Mencioné ese punto al Santo Padre, y él reconoció que, con esa comparación directa, la frase podía entenderse erróneamente. En mi respuesta le insistí en que la diversidad de sexos no es voluntad permisiva de Dios, sino que es positivamente querida por Dios. Y el Santo Padre reconoció esto y coincidió conmigo en que la diversidad de sexos no es voluntad permisiva de Dios. Pero cuando mencionamos ambas expresiones en la misma frase, entonces la diversidad de religiones se interpreta como querida positivamente por Dios, como la diversidad de sexos. La frase lleva entonces a interpretaciones dudosas y erróneas, así que era mi deseo y mi petición que el Santo Padre rectificase esto. Pero él nos dijo a los obispos: ‘pueden decir que la frase en cuestión sobre la diversidad de religiones se refiere a la voluntad permisiva de Dios’».

A petición de un periodista monseñor Schneider añadió de su cosecha propia qué se entiende por voluntad permisiva: «Significa que Dios permite algunas cosas. Dios permitió o toleró el pecado de Adán y todas sus consecuencias. E incluso cuando nosotros pecamos personalmente, en un cierto sentido Dios lo permite o lo tolera. Pero Dios no quiere positivamente nuestro pecado. Lo permite en atención al sacrificio infinitamente meritorio de Nuestro Señor Jesucristo en la Cruz, y porque no quiere destruir nuestra libertad. Ése es el significado de la voluntad permisiva de Dios» (puede contrastarse la información en este artículo).

FRANCISCO, VÍCTIMA DE SU LENGUA Y REHÉN DE SUS COLABORADORES

Ya en 2014 en mi entrevista breve al Cardenal Burke en su visita relámpago a Barcelona, España, invitado por ‘Jóvenes de San José´, le pregunté al Cardenal norteamericano por esta manipulación de las palabras de Francisco que era costumbre ya en ese momento, y aunque se hablaba en esas jornadas sobre la posición del Papa sobre el aborto, la familia y la educación en ese encuentro, es relevante aquí: «Lo mejor que podemos hacer es prestar atención a todo lo que el Papa dice, y entonces veremos que es rotundo contra el aborto y otras cuestiones. No permitamos que ciertas personas saquen una frase del discurso del Papa y la conviertan en un eslogan que después utilizarán en contra de la Iglesia. Hay que leer todo lo que el Papa dice» (Cardenal Leo J Burke).

Para algunos, la solución sería matar a todos los traductores, para comunicar lo que se quiera, en el espíritu de Butcher (carnicero) en la obra de Shakespeare. Pero es precisamente la diversidad de reacciones a los errores lo que traiciona la impostura de los traductores de pata libre. Es precisamente el tratar al Pueblo de Dios como idiota, como un “puer” imberbe incapaz de juicio. Esto es, a mi entender, un aspecto más de lo que el Papa Francisco denuncia como clericalismo, abuso de cargo, corrupción que es pecado mortal, dice Francisco.

Podría parecer exagerado el lector este registro de vocabulario, pero ciertamente cabe recordar aquí cómo el cardenal Kasper, excomulgado por conspirar para colocar a Jorge Bergoglio desde antes de Benedicto XVI y en lugar de aquél, miembro del Grupo para-eclesiástico ilegal conocido como Grupo de St Gallen, aunque privilegiado por el Papa que salió de sus esfuerzos lobbísticos, despreció a los obispos africanos y dijo públicamente que no debían opinar sobre “asuntos europeos de Iglesia”. A mí se me antoja que en la hermenéutica de la iglesia católica, Kasper destrozó en ese momento la parte “católica” de la iglesia, la Universalidad. Después Kasper negó hablar así, pero resultó que estaba grabado como demostró el portal de noticias católicas Aciprensa (ver aquí). Por ello es vital irse dando cuenta en los tiempos que corren de quién o quienes son Jack Cade y quiénes son Butcher en el Vaticano del pontificado de Francisco.

FRATERNIDAD SIN PADRE, UNA ALIANZA DE CIVILIZACIONES MÁS QUE OTRA COSA

Volviendo a la controversia aclarada por el Papa Francisco, el documento queda, aunque probablemente no va a publicarse la aclaración de que Dios permite la diversidad de religiones, pero no es una cosa “querida” por Dios, es una cosa “permitida”. Sí es querida en cambio la complementariedad de sexo femenino y masculino, y la diversidad de raza y color, se entiende ahora a través de ese documento.

Otro punto caliente en el documento de Abu Dabi, como en el relato de Shakespeare, es el de vender la idea de una fraternidad de pueblos sin nombrar la Paternidad Divina. Al igual que en el documento de Abu Dabi se habla de Dios Creador —en este punto coinciden las tres religiones monoteístas musulmana, católica y judía— no se habla en cambio de Dios Padre, puesto que para el islam Dios no es padre: para el islam Dios no puede tener hijos, y admitir que Jesucristo es el Hijo De Dios Vivo, es una blasfemia para el islam, blasfemia que, si no va seguida de una conversión ante ese error, merece la muerte. Sin embargo, es la base de la Fe cristiana (vivo implica la base de la Fe, la Resurrección) y el mismo Jesucristo lo escucha de boca de San Pedro y queda reflejado en Mt 16, 13-20: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”:

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:

¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?— Ellos contestaron:

Unos dicen que Juan Bautista, otros, Elías, y otros, Jeremías o uno de los profetas—. Él les preguntó:

—Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?—. Simón Pedro tomó la palabra y dijo:

Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo—. Jesús le respondió:

—¡Dichoso tú, Simón, ¡hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el Cielo. Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del Reino de los Cielos: lo que ates en la tierra, quedará atado en el Cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el Cielo—.Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que Él era el Mesías.

DIÁLOGO, SÍ. A PARTIR DE LA IDENTIDAD DE LA PROPIA FE

No deja de sorprender esta transigencia en aspectos tan cruciales para el corpus de la Fe de la iglesia católica (y en el caso de Dios como Padre de todas las iglesias cristianas) por parte de altos jerarcas de la iglesia católica, junto a las críticas a Schneider. Algunos comentan que es el afán de destacar lo común, para construir. Pero ya el papa Francisco había hablado del diálogo que parte de la propia identidad, no de abandonar esa identidad. Y en concreto esto lo dijo en su mensaje a los participantes de la 37 edición del “Meeting para la amistad entre los pueblos”, que se realizó en Rimini, Italia, del 19 al 25 de agosto de 2016: «el ‘verdadero encuentro’ implica la claridad de la propia identidad, pero al mismo tiempo la disponibilidad a ponerse en el lugar del otro para comprender, por debajo de la superficie, lo que agita su corazón, qué cosa busca verdaderamente» (cfr. aquí artículo de Aciprensa que se lee en 2′).

Ciertamente parece que obviar que Dios es Padre es abandonar la identidad de un cristiano. Sorprende tanto más cuando el papa Francisco subraya tanto la importancia del Padrenuestro, y resalta para más INRI la palabra ‘nuestro’, de donde vendría su poder, y el origen de la fraternidad humana, recientemente en la Plaza de San Pedro. Y anteriormente en una de sus catequesis, recalca machaconamente que no olvidemos de llamar Padre a Dios.

Para algunos la fraternidad sin padre es una idea masónica, más cuando se da en el ámbito de la religión. Pero esto y la relación de Francisco con los masones en Argentina, así como los masones activos entre la curia vaticana, la limitación de libertad a Schneider sin explicación por ser defensor de la pureza de la fe, y otras cosas, no cabe aquí, y lo abordaré, con permiso del amable lector, en otra ocasión.

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