La fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James, ha solicitado una orden judicial contra la organización provida Red Rose Rescue y varias personas asociadas a ella. La acción legal, presentada ante el Tribunal de Distrito de Estados Unidos del Distrito Sur de Nueva York, pretende restringir las actividades del grupo cerca de las clínicas abortistas de todo el estado.
James solicita que se prohíba a los demandados y a quienes actúen con ellos impedir el acceso a cualquier persona que desee acceder a servicios de salud reproductiva en Nueva York, así como acercarse a menos de 10 metros de cualquiera de estos servicios.
La demanda sugiere que el activismo provida de Red Rose Rescue viola tanto la Ley federal de Libertad de Acceso a las Entradas de las Clínicas (FACE) como la Ley de Acceso a las Clínicas de Nueva York.
En respuesta a la acción legal, la Dra. Monica Migliorino Miller, miembro destacado de Red Rose Rescue recientemente excarcelada por sus actividades provida, refutó enérgicamente la caracterización del trabajo del grupo como actividad “terrorista“.
Acusó a James de tergiversar el alcance pacífico y compasivo del grupo en un esfuerzo por limitar el discurso y el activismo provida. Argumentó que el intento de James de silenciar a Red Rose Rescue refleja su desacuerdo personal con la postura provida del grupo.
Miller afirmó que la zona de seguridad de 10 metros propuesta es “manifiestamente injusta”, dada la naturaleza pacífica de los esfuerzos del grupo por ofrecer apoyo y ánimo a las mujeres que se plantean abortar.
Subrayó que el objetivo de Red Rose Rescuers es proporcionar ayuda práctica y alternativas al aborto, por lo que deben tener derecho a acercarse a estas mujeres y entablar contacto con ellas.
Destacando la misión de Red Rose Rescue, Miller describió su trabajo como una defensa de los derechos de los niños no nacidos. Señaló que los miembros del grupo aceptan de buen grado las consecuencias jurídicas que a veces se derivan de sus intervenciones.
Estas intervenciones suelen tener lugar en el interior de las clínicas abortistas, donde los Salvadores de la Rosa Roja ofrecen rosas rojas a las mujeres embarazadas mientras comparten información sobre alternativas al aborto.
En conclusión, Miller invitó a la fiscal general James a familiarizarse con la declaración de objetivos y las normas de conducta de Red Rose Rescue, sugiriendo que tal conocimiento podría disipar lo que ella caracterizó como la “caracterización errónea pro-aborto” de James sobre los esfuerzos del grupo para ayudar a las mujeres y proteger las vidas de los no nacidos.
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