Una mujer japonesa renunció a su bebé tras descubrir que el donante de esperma que utilizó para el embarazo le había mentido sobre su estado civil, su etnia y su origen cultural. Ahora ha demandado al donante: es la primera vez que esto ocurre en el país asiático. Informa Newsweek.
Embarazo al décimo intento
La mujer encontró en las redes sociales a un donante de esperma de 20 años que decía haberse graduado en una de las mejores universidades de Japón y ser japonés. También le dijo a la mujer que estaba soltero. Según los informes, la mujer y el donante intentaron tener un hijo con el método más natural: tuvieron relaciones sexuales diez veces y, en junio de 2019, finalmente tuvieron éxito.
Información falsa para el sexo
Pero entonces la mujer descubrió que el donante era en realidad un ciudadano chino casado con otra mujer y que no se había graduado en la Universidad de Kioto, como decía. Cuando la mujer se enteró de la verdad, era demasiado tarde para abortar y dio a luz al bebé. Los medios de comunicación japoneses informaron de que el bebé está ahora al cuidado de un centro infantil en Tokio. Desde entonces, la mujer ha demandado al donante por el equivalente a unos 2,8 millones de dólares por “angustia emocional”, alegando que el donante le dio información falsa con el único propósito de mantener relaciones sexuales con ella.
Donantes por Internet
Newsweek afirma que muchas mujeres japonesas compran esperma por Internet y luego se inseminan artificialmente en una práctica de bricolaje. Se calcula que en Japón nacen unos 10.000 bebés con este método. Hiroshi Okada, director del Instituto de Investigación de la Vida Mirai, da entonces la voz de alarma a Japón Insider “El esperma que se entrega puede ser portador de agentes infecciosos. No sabemos si el esperma pertenece al donante o no. Cuando el bebé nace, puede resultar que el esperma no es japonés. Están sucediendo cosas locas”.
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