Un ataque más de la izquierda liberal ha comenzado a infiltrarse en uno de los pilares de la educación de los jóvenes. Este pilar son las bibliotecas públicas, y el ataque se conoce como “Drag-Queen Story Hour” (el cuenta-cuentos de las Drag-Queens), en el que un hombre pervertido disfrazado de mujer lee cuentos a los niños pequeños. En toda el área de Filadelfia, estos eventos han empezado a organizarse y a amenazar las mentes de los más jóvenes que se ven obligados a asistir a estos actos. A pesar de las protestas de la comunidad, los funcionarios, en teoría encarhados de velar por el cumplimiento de las normas de estas bibliotecas públicas, han echado por tierra estos esfuerzos y siguen apoyando estos actos aberrantes de las “horas del uenta-cuento Drag-Queen”.
La Biblioteca de Haverford Township es una de esas instituciones que fomenta y apoya las horas de estos cuenta-cuentos. En junio de 2019, se celebró una acto con más de 100 residentes de la lolalidad. Muchos expresaron su preocupación por este evento, diciendo que la mera presencia y el apoyo a un evento de esta naturaleza, especialmente en el entorno de una biblioteca pública, es completamente inapropiado y perjudicial para el sano desarrollo de los niños pequeños que asisten al evento. Sin embargo, estas legítimas preocupaciones fueron ignoradas y el evento se celebró y se ha celebrado repetidamente en la Biblioteca Haverford y en casi todas las bibliotecas del área.
Estos eventos, aunque perjudiciales para la comunidad de Haverford y la zona de Filadelfia en su conjunto, condujo a la construcción de una nueva biblioteca que defiende y aprecia los valores cristianos y conservadores tan olvidados por el mundo moderno. Karen Lengkeek, residente en el municipio de Haverford, al ver la degradación que ha sufrido su biblioteca con decisiones perjudiciales como estas “horas de los cuenta-cuentos Drag-Queen”, decidió buscar la forma de contrarrestar esta agenda de la izquierda radical. Al percartarse de que la biblioteca de Haverford estaba vaciando de sus estanterías, poco a poco, cualquier libro de valor conservador o cristiano, decidió crear una nueva biblioteca, independiente, para alejarse de la influencia izquierdista que había tomado las bibliotecas públicas del área de Filadelfia.
La Sra. Lengkeek comenzó a recopliar libros, y en cuando la noticia se difundió en la comunidad, las donaciones de libros cristianos y conservadores comenzaron a llegar a raudales. Una iglesia local permitió generosamente a la señora Lengkeek utilizar una de sus salas para su biblioteca, y pronto muchas familias cristianas de la zona acudieron a este lugar de solaz cristiano. Ahora, alrededor de una docena de familias traen regularmente a sus hijos a esta biblioteca, donde los padres leen las historias que han influido y formado a tantos conservadores a una nueva generación de niños que defenderán los valores cristianos y conservadores durante años.
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