Los informes indican un inusual repunte en el número de musulmanes, sobre todo en Irán, que abrazan el cristianismo.
El país se enfrenta a un creciente descontento contra el régimen dirigido por los ayatolás y la teocracia islámica de la nación.
Una encuesta interna anónima indica un cambio radical de opinión entre los iraníes, con un 80% a favor ahora de una forma de gobierno democrática y muchos renunciando al islam.
Muchos optan por un nuevo camino distinto de sus raíces islámicas, mientras el país se tambalea bajo las presiones de una corrupción rampante, altos índices de drogadicción y más de la mitad de la población viviendo en la pobreza.
Curiosamente, un número significativo de iraníes descontentos se están convirtiendo al cristianismo.
Todd Nettleton, vicepresidente de mensajería de La Voz de los Mártires (VOM), sugiere que la rápida propagación de la fe cristiana entre los musulmanes es inquietante para el régimen.
Este desarrollo inquietante ha visto cómo se cerraban más de la mitad de las 75.000 mezquitas del país y cómo se instituían duras contramedidas contra los nuevos conversos cristianos, incluyendo arrestos, detenciones y encarcelamientos, en particular de líderes eclesiásticos.
A pesar de la dura postura del gobierno, Nettleton observa que los familiares y amigos aceptan mejor a quienes abandonan el islam por otras confesiones.
Además, se afirma que los musulmanes están experimentando sueños y visiones que les llevan al cristianismo, una tendencia que se observa no sólo en Irán sino en todo el mundo musulmán.
Este aumento de las conversiones también se observa en Yemen.
Incluso Afganistán está registrando sentimientos positivos hacia el cristianismo.
Aunque los riesgos para los conversos cristianos son elevados en regiones como Afganistán, el posible aumento de la tolerancia de la monarquía saudí hacia los cristianos señala un cambio notable respecto a las anteriores posturas más estrictas del país.