ARGENTINA Aborto 2018-2020: El segundo round

Si bien parecería que el combate por la legalización del aborto se libra exclusivamente entre legisladores verdes y celestes, fuera del recinto del Congreso argentino, se desarrollan otras batallas.

Después del histórico rechazo del proyecto de ley de aborto en 2018, la adhesión popular a la causa en defensa de las dos vidas en Argentina aumentó. Sin ir más lejos, el pasado 28 de noviembre de 2020 se llevaron a cabo más de 500 marchas, caravanas y otras expresiones en territorio argentino. Los organizadores estiman que cerca de 3 millones de personas salieron a manifestarse en todo el país. Todos los diarios argentinos debieron dedicar espacio a esta noticia.

Las marchas más llamativas resultaron dos de ellas, separadas por 1600 km. de distancia: una multitudinaria desarrollada bajo la lluvia en Buenos Aires y la otra, protagonizada por la comunidad wichi de El Potrillo (Formosa) con 43 ° centígrados a la sombra, cerca del límite con Paraguay (Foto).

Fuente: Twitter @f_secin

El movimiento provida – que crece y se sigue fortaleciendo en Latinoamérica – marchó también contra el proyecto de ley de aborto del Presidente Fernandez más allá de las fronteras argentinas. CitizenGo junto con otras organizaciones de la ola celeste  se manifestaron frente a las embajadas de ese país en Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Ecuador, El Vaticano, España,  Finlandia, Honduras, Inglaterra, Italia, México, Perú, Paraguay y Uruguay entre otros países.

Después de prometer en marzo que enviaría un proyecto de ley de aborto al Congreso, el presidente Fernández se tomó casi 9 meses para hacerlo. El retraso se debió posiblemente otra lucha que lo mantuvo preocupado (contra el COVID-19) y de la que finalmente se retiró derrotado: 2 a 0. En lo sanitario y en lo económico. Como si esto fuera poco, el gobierno argentino debió afrontar otro bochornoso traspié la semana pasada: el fallido velorio en la Casa Rosada de Diego Armando Maradona. Para peor, ante los medios de comunicación de todo el mundo. Aún resta conocer si en los próximos días habrá consecuencias epidemiológicas de este lamentable evento (¿Será por eso el apremio para debatir “ya mismo” en diputados?)

 Pese al mal clima social, desde hace pocas semanas para el colectivo de los pañuelos verdes el debate del aborto se convirtió de golpe en algo “urgente”. Aunque el desempleo alcanza a 2,5 millones de argentinos y la pobreza alcanza a más de la mitad de la población. Lo “urgente” parece ser la 98va causa de muerte en el país (Sí, leyó bien: ¡98!) de acuerdo con el sitio chequeado.com.

(Foto del autor) Un indigente duerme en una calle de Buenos Aires bajo los afiches que reclaman “Aborto legal ya”
(Foto del autor) Ciudadanos se manifiestan a favor de las dos vidas frente a la embajada argentina en Finlandia (Fuente: Twitter @unidadprovidaok)

Los diputados acordaron darle tratamiento express a la iniciativa. El pasado 1° de diciembre iniciaron los debates. Solamente en el canal Youtube de la Cámara de Diputados más de 4500 personas siguieron las exposiciones en vivo de los especialistas convocados por ambos sectores. A fin de evitar una avalancha pro vida, la transmisión se cerró la posibilidad de emitir comentarios. Los comentarios se volcaron a las transmisiones difundidas por los canales de TV.

Otra batalla, esta vez de argumentos. Resultó llamativo que los expositores pro aborto rondaran los años setentas. Tanto por sus edades como por sus ideas. Quienes defienden las dos vidas parecían mucho más aggiornados. Lo más saliente de la primera jornada fue escuchar al ministro de salud argentino decir sin sonrojarse: “Acá no hay dos vidas, como dicen algunos. Aquí hay una sola persona y lo otro es un fenómeno. Sino estaríamos ante el mayor genocidio de la historia”. En minutos las redes se inundaron con el hashtag #RenunciaGines.

Dentro del oficialismo, como si fuera poco, las pujas internas son tan encarnizadas como disimuladas. Desde el sector más cercano a la vicepresidente Cristina Kirchner no terminan de decidir qué es mejor: debilitar al presidente Fernández (y de paso al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa) para acumular poder de cara a la definición de las candidaturas el año próximo o favorecer la causa verde.

En la oposición se debaten también sobre similares alternativas: el aborto o el poder. Si se aprobara el aborto, un triunfo del proyecto del Presidente Alberto Fernández debilitaría a la oposición de Juntos por el Cambio de cara al año próximo. Tal vez han olvidado que los problemas más graves de la gestión del expresidente Macri surgieron a partir del rechazo en el Senado hace dos años. ¿Será tiempo de aprender de los errores del pasado y escuchar el clamor celeste de la mayoría?

 Si bien los recursos dolarizados del lobby abortista cotizan más que en 2018 por la devaluación del peso, el universo celeste está mucho mejor organizado y activo que entonces.

Aún restan algunos segundos para el final de este round político y complejo. Antes de que suene la campana, tal vez la Argentina provida siga tirando un par de golpes más desde el cuadrilátero.


[1] Magister en Administración y Políticas Públicas, miembro de la división RELEASE del Population Research Institute y Fundación Contemporánea.

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