Activistas pro-familia agredidos violentamente en Irlanda

Estos ataques contra activistas pro familia ponen de relieve la creciente oposición a la que se enfrentan quienes mantienen creencias tradicionales. Estos actos de odio son propiciados por las fuerzas policiales que no hacen nada para disuadir a estos agresores

Jóvenes activistas pro familia en Irlanda que abogaban por la oración han sido agredidos físicamente por partidarios de la ideología transgénero.

Voluntarios de la Sociedad Irlandesa para la Civilización Cristiana (ISFCC) fueron objeto de abusos verbales, patadas y agresiones durante concentraciones pacíficas contra la promoción de la ideología transgénero. La ISFCC distribuyó un folleto titulado “10 razones por las que la transexualidad es el peor enemigo de la familia”, que suscitó una acalorada oposición por parte de los partidarios de la transexualidad.

La ISFCC incorpora abiertamente sus creencias religiosas en sus campañas callejeras, comenzando y terminando cada acto con una oración. A pesar del carácter cada vez más laico de Irlanda, los voluntarios mantienen un enfoque de principios y se niegan a insultar a los demás en los debates, incluso cuando ellos mismos están siendo insultados.

Las imágenes de vídeo de una campaña callejera en Dublín captan la respuesta hostil a la que se enfrentaron los voluntarios. Un hombre les arrojó cerveza, otros rompieron y tiraron los panfletos, y un individuo agredió físicamente a un voluntario e intentó empujarlo al suelo. Cuando apareció la policía irlandesa (Garda), no expresó ninguna preocupación por los panfletos de la ISFCC.

Durante los encuentros con el agresor, argumentó que sus creencias eran ridículas y constituían un discurso de odio. Criticó la religión, afirmando que la Biblia permite predicar un “discurso de odio absoluto”. Este incidente no fue aislado, ya que la ISFCC se enfrentó a otros casos de acoso, como que les tiraran café a la cara y que les escupieran e insultaran durante sus campañas.

Estos ataques contra activistas pro familia ponen de relieve la creciente oposición a la que se enfrentan quienes mantienen creencias tradicionales. La ISFCC y otros voluntarios pro-familia han soportado abusos verbales, ataques físicos y acusaciones de incitación al odio en su intento de expresar públicamente su fe y promover sus valores en una sociedad cambiante.

Estos actos de odio son propiciados por las fuerzas policiales que no hacen nada para disuadir a estos agresores. Si un activista pro-familia atacara a un activista transexual en la calle, seguramente no se mostraría la misma falta de interferencia.

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