La legalización del cannabis (marihuana) siempre ha sido un tema polémico en todo el mundo y de tanto en tanto, algún proyecto de ley vuelve a reavivar el apasionado fuego que suele producir este debate.
Dejando de lado las opiniones personales y morales sobre el tema, es interesante analizar los datos disponibles luego de 10 años de aplicación de esta política en algunos estados de EEUU.
Para efectuar este análisis con la mayor objetividad, se agruparon los datos disponibles en 4 temas principales:
- Consecuencias del uso directo del cannabis sobre la salud
- Número de Crímenes
- Número de Muertes por accidentes vehiculares
- Impacto sobre los impuestos
Defensores y detractores sobre el uso del cannabis tanto medicinal como recreativo han ofrecido su interpretación sobre los resultados de los estudios después de la legalización.
Sobre el fuerte aumento en la cantidad de drogas usadas en estos estados, quienes están en contra del uso legal del cannabis dijeron que se confirmaron sus hipótesis, ya que los datos acreditan este aumento. Mientras que los defensores de la medida dicen que esto no es un problema en sí porque el uso medicinal del cannabis está incluido en estas cifras.
Pero podemos ir más al detalle sobre las circunstancias de uso. Si bien es cierto que el cannabis puede ayudar en algunas condiciones médicas, no se puede negar que los datos demuestran un aumento del sobreuso de la droga por sus consumidores, así como del consumo por menores de edad (recordemos que la mayoría de edad en EEUU es de 21 años).
Un estudio realizado sobre el uso del cannabis por los estudiantes de la Universidad estatal del Estado de Washington muestra un aumento significativo del uso de la droga después de su legalización, superando por mucho las tendencias de aumento de consumo a nivel nacional. Este aumento se presenta tanto en adultos como en menores de edad para quien el consumo sigue ilegal. Se demostró que el cannabis es especialmente dañino para los adolescentes, cuyo cerebro todavía no está completamente desarrollado (puede llevar a una baja de cociente intelectual de 8 puntos en promedio en caso de consumo regular). En Colorado se registró un aumento significativo en las llamadas de emergencia médica (911) para atender adolescentes por causas de efectos del consumo de cannabis (directo o indirecto).
Con respeto a los crímenes, no se observó un aumento especifico de los crímenes violentos (asesinato, violación, asalto, robo con violencia,…) en el promedio de los estados que han legalizado el cannabis. En algunos estados se observa una ligera baja en estos crímenes, y en 2 un fuerte aumento, pero sin poder relacionarlo directamente con la legalización del cannabis en ningún caso. Por lo general se mantiene paralelo al promedio nacional. Los defensores de la legalización notan también que la despenalización liberó bastante tiempo para la policía que ya no tiene que preocuparse por lo que ahora ya no es un crimen. A cambio, los adversarios a la legalización hacen notar el aumento significativo en el tráfico y consumo de drogas duras en los estados que han despenalizado el uso recreativo del cannabis.
En cuanto a los accidentes vehiculares, un estudio del 2018 reporta que en los estados de Colorado y Washington no hay incremento significativo de accidentes fatales después de haber legalizado el cannabis. Este aumento corresponde al aumento promedio a nivel nacional. Solo en el estado de Oregon las muertes por accidentes de tránsito subieron después de la legalización.
Y en relación a los impuestos, el análisis de los defensores del uso es sorprendente. Es evidente que dejar de perseguir a los usuarios de cannabis ha bajado los gastos policiales y judiciales por parte de los estados. Algunos estados como Colorado han decidido colocar un impuesto sobre la venta del cannabis, lo que les proporciona un jugoso beneficio (alrededor de 20 millones de dólares mensuales en Colorado y 70 millones en el estado de Washington). En conclusión, si es evidente que la legalización del cannabis tuvo un efecto positivo sobre las finanzas de los estados que lo han legalizado, se debe analizar todas las consecuencias de esta medida, en especial sobre los jóvenes. A nivel de salud los datos, si bien muestran que el uso medicinal controlado ayuda en ciertas patologías, apuntan que el uso recreativo crea muchísimos problemas. Se incrementa el uso de las drogas duras (que siguen ilegales) y el sobreuso del mismo cannabis. Nos toca reflexionar para ver si los efectos positivos, en especial sobre los impuestos, contrarrestan los negativos en materia de salud pública.