¿Puede una sociedad sobrevivir sin la existencia de la familia?

Con este artículo queremos entender y razonar el por qué la familia natural es la causante de la pervivencia de la sociedad

Menuda cuestión se plantea a raíz de las declaraciones del número 2 del ministerio de Igualdad, que gestiona Irene Montero. Exactamente ha dicho que “la Ley de Familias pretende ampliar y ensanchar el concepto de familia”.

Así que se admite un concepto determinado de lo que es la familia. Pero que quieren que haya más situaciones de convivencia que se llamen familia, como los compañeros de piso que dice la señora Ángela Rodríguez, número 2 del ministerio. También dice que “en la sociedad actual la familia natural se ha superado por la vía de los hechos. Y que ya no conviven solo el padre con la madre y con los hijos”. Podemos atestiguar que en la actualidad y desde hace unas décadas, el concepto de familia se ha diluido y que la familia natural es cada vez más minoritaria. Claro que, el estado se encarga de que se promueva otra suerte de circunstancias familiares, otras maneras de convivencia. Aprobando el divorcio y el divorcio expres, familias monoparentales, el matrimonio homosexual, la ley trans,…

Pero no queremos en este artículo criticar esto. Sino entender y razonar el por qué la familia natural es la causante de la pervivencia de la sociedad.

La familia es la célula básica de la sociedad o de la organización social, donde se forman y se relacionan los seres humanos. Es el hábitat de los seres humanos. Vamos, el sitio ideal para nacer, crecer, formarse y desarrollarse. Todos buscamos un sitio guay, un sitio ideal para vivir, trabajar, descansar, estar con amigos, estar acompañado,… Pues el sitio más guay para ser la cuna donde nacer, para ser la escuela donde aprender, para ser el lugar donde estar más acompañado, para ser la cama donde morir, ese sitio es la FAMILIA.

Es un regalo para todos los días y un bien indispensable para lograr el máximo bienestar.

¿PODRÍAMOS VIVIR SIN LA FAMILIA?

En el invierno de 1972, un grupo de políticos tuvieron una visión revolucionaria. Había llegado el momento de liberar a la mujer del hombre, a la gente mayor de sus hijos, a los adolescentes de sus padres. Nada de vínculos. Pues los vínculos atan y nos hacen dependientes. Escribieron un manifiesto: LA FAMILIA DEL FUTURO.

Esto es “la teoría sueca del amor” de Gandini. Esta teoría defiende un cambio social, que nadie dependiera de nadie y que cada persona fuera autónoma e independiente. Así nace una sociedad solo de individuos, solos, aislados unos de otros. Como árboles solitarios que no fecundan la tierra, que solo crecen y que cuando mueren, el paisaje es desértico. Gandini decía que quería cambiar de una sociedad de familias a una sociedad de individuos. Podrá ser así en un futuro más cercano, donde no se quiera dependencia, ni compromiso, ni vínculos afectivos. Incluso donde se podrá tener descendencia, aunque será escasa, sin llegar al reemplazo generacional y sin necesidad de formar una “familia natural”, ni tener tampoco con quien formarla. Mejor. En solitario. Así esta procreación será sin una relación afectiva. No habrá vínculos.

Este es el escenario descrito por la número 2 del ministerio de Igualdad. “Que la familia natural se ha superado por la vía de los hechos”. Así que así llegamos al absurdo, pues no puede existir una sociedad de individuos solos, como tampoco puede existir un bosque sin árboles. No puede sobrevivir una sociedad sin familia, porque es su esencia, su naturaleza, el hábitat donde nacen, crecen, se forman y se desarrollan esos individuos que se quiere solos y aislados. Pero que todavía algunos de estos individuos forman familias, células que hacen crecer la sociedad, perpetuando la especie para que sigamos existiendo.

Por ello, dicen también que quieren aprobar una Ley de Familias para ampliar y ensanchar el concepto de familia. Que otras formas de convivencia sean también familia.

QUIEREN CONSEGUIR DECONSTRUIR LA FAMILIA PARA CREAR OTRA COSA ACORDE CON LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO

Llegados a este punto, la cuestión que se plantea es colosal, extraordinaria. O defendemos la familia natural como la forma de convivencia más acorde al bienestar de la persona, -aunque se respete la libertad que cada uno elija su modo de convivencia-, o moriremos en el intento de acabar con los árboles del bosque, buscando sustituirlos por otras cosas, -aunque en la etiqueta ponga árbol-.

Defendemos, apoyamos y promovemos la familia porque queremos sobrevivir como sociedad. Una sociedad que respete el valor y la dignidad de la persona y de su forma de convivencia más primaria, la familia.

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