Last updated on noviembre 28th, 2022 at 04:12 am
En primer lugar, quiero dejar en claro que no pretendo justificar de ninguna manera la actitud del gobierno Qatarí con los trabajadores extranjeros que prepararon la Copa Mundial de Fútbol, ni tampoco otros problemas de derechos humanos reales que suceden actualmente en Qatar. Tampoco hablaré aquí de la elección del Qatar como anfitrión de este evento futbolístico. Aunque se tratan problemas reales que merecen un debate y una opinión, este artículo no es acerca de estos problemas.
Mi propósito aquí es resaltar la actitud de un país con convicciones firmes, aunque diferentes de las nuestras en muchos puntos, frente a las tentativas de imposición ideológicas foráneas.
Siete países con gobiernos y poblaciones en su mayoría ultra liberales (Alemania, Inglaterra, Bélgica, Gales, Dinamarca, Suiza y Países Bajos) tenían la intención de hacer portar a los capitanes de equipos de fútbol una banda para los capitanes de los equipos con la bandera arcoiris y la inscripción “One Love”. Supuestamente lo proponían para promover la tolerancia y el amor. En la práctica, lo que realmente buscaban era la defensa de la ideología LGTBI++ y sus «valores» omnipresentes en estos países.
En Qatar, la práctica de actos homosexuales es no solamente considerada inmoral, también es ilegal. No se permite promover este tipo de conductas. Así que lógicamente la organización Qatarí recordó este hecho a la FIFA e hizo prohibir el uso de estas bandas de capitanes.
Al inicio, la FIFA había previsto una multa en caso de uso de esta banda de capitán durante los partidos de la copa del mundo. Pero viendo que las federaciones nacionales citadas habían previsto pagar la multa y usarlo de todos modos, decidieron amenazarles con dar una tarjeta amarilla al capitán del equipo que lo usara, provocando unas fuertes reacciones por parte de los jugadores y federaciones favorables al discurso LGTBI++.
Hasta la fecha no se atrevieron a usarlo, pero el capitán del equipo inglés Harry Kane, anunció que lo usará de todos modos en el próximo partido contra Estados Unidos. Veremos si el árbitro aplicará el reglamento y le pondrá la tarjeta amarilla al empezar el juego.
Los países europeos muchos hablan de tolerancia y derechos humanos y les gusta dar lecciones sobre estos temas a otros países. Si la Copa Mundial de Fútbol hubiera tenido lugar en China, ni se hubieran atrevido a tener este tipo de actitudes de manera oficial, porque el peso económico de China es demasiado importante. Pero debido a que Qatar es un país pequeño sin mayor importancia económica para Europa, entonces sí se atreven a intentar presionarles.
Qatar no es para nada un modelo en materia de derechos humanos, sus valores son muchas veces diferentes de los nuestros. Pero me permito en esta oportunidad felicitarles por haber tenido el coraje de decir NO a la colonización ideológica y proteger la juventud no solo Qatarí sino del mundo de un nuevo intento de normalizar una ideología nefasta a través del deporte.