“Contraria al Pasaporte Verde COVID-19, suspendo la proyección de mis películas”. Federica Picchi, distribuidora de “Unplanned”

Federica Picchi, fundadora de Dominus Production: "Es un testimonio de libertad".

Imagen de Pixabay

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“Como distribuidora de películas, con la introducción del Pasaporte Verde he decidido suspender todas las proyecciones públicas porque no quiero contribuir, ni siquiera indirectamente, a un mecanismo de discriminación de la población”. Habla Federica Picchi, fundadora de Dominus Production, una empresa de producción y distribución de películas que ha llevado a los cines italianos una conmovedora película sobre el tema del aborto, No planificado.

“Es una elección que me está costando”, explicó Picchi a iFamNews. “Unplanned excede las previsiones, y el lunes por la noche en Verona tuvieron que organizar dos proyecciones más además de la ya programada, debido al gran número de solicitudes”. Pero a partir de mañana, viernes 6 de agosto, cuando entre en vigor el requisito del Pase Verde para acceder a determinados lugares, incluidos los cines, Dominus Production suspenderá la distribución. Su elección es empresarialmente incomprensible. Sin embargo, una batalla por los valores no es una batalla si no implica sacrificios. “Creo que en este momento cada uno de nosotros debe dar una señal, aunque signifique hacer un sacrificio, porque el valor de la libertad es demasiado importante para ser derogado”, señala.

Muchos creen que el Pasaporte Verde es una medida necesaria para reducir la curva de infección…


La salud es un bien primario y es justo que el Estado tome medidas para protegerla. Sin embargo, se plantea la cuestión de si el Pase Verde es una medida útil para este fin.

¿Su respuesta es negativa?


Por supuesto. Permítanme poner algunos ejemplos que demuestran las paradojas de esta legislación: para entrar en una sala de cine, o incluso en un cine al aire libre, será necesario presentar la tarjeta verde, que no se exigirá para entrar en lugares cerrados como los juzgados. Además, necesitará un certificado verde para sentarse en una mesa de un bar, pero no para comer directamente en el mostrador de la misma sala. Por no hablar de que los medios de transporte seguirán abarrotados. El Pase Verde me parece más una opción política que una opción sanitaria.

¿Y cuál cree que es el objetivo político?


Los sectores que se verán más afectados son los que inciden en la vida social, relacional y cultural: lo más querido por los jóvenes. El objetivo es, por tanto, animar a los jóvenes a vacunarse, pues de lo contrario quedarán excluidos socialmente.

¿Es una razón que Usted discute?


A la luz de un análisis coste-beneficio, tengo serias dudas sobre la vacunación de los jóvenes. Por lo tanto, creo que hay que respetar todas las opciones. Pero no quiero caer en la dicotomía “no vax” – “sí vax”, no se trata de eso. Lo que no acepto es la utilización de cines, museos, bares, restaurantes y otros espacios para un fin que no tiene nada que ver con las actividades que desarrollamos. Es una política que nos penaliza una vez más.

La industria cinematográfica ha sufrido en los últimos meses…


El nuestro ha sido uno de los sectores más masacrados por las políticas anti-CoVid-19. Estuvimos cerrados durante un año y medio, no nos dejaron abrir ni siquiera después de imponernos protocolos sanitarios muy estrictos. Y ahora incluso piden a los comerciantes que actúen como controladores del Pasaporte Verde, como si fueran funcionarios públicos. Sin embargo, más que los daños económicos, me preocupan los efectos sociales.

Por favor, explíqueme más …


Si se acepta la idea de que el Estado puede discriminar a un sector de la población sobre cualquier cosa que no sea con una base científica, los escenarios son siniestros. El Green Pass o un instrumento similar podría sobrevivir a la fase de emergencia. No me parece deseable un futuro tan totalitario.

¿Esta elección la hace sentirse sola?

En los últimos días he leído el bello testimonio de Fabrizio Masucci, que dimitió de la dirección del Museo de la Capilla Sansevero de Nápoles, en abierto desacuerdo con la exigencia del Pasaporte Verde para acceder a los museos. Creo que no somos tan pocos. En cuanto anuncié mi elección, recibí una avalancha de mensajes de solidaridad. Por tanto el testimonio de los individuos sirve para remover las cosas: tal vez otros empresarios decidan seguir mi ejemplo.

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