El secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, ha declarado que EE. UU. está revocando y denegando visados a ciudadanos extranjeros que celebran el asesinato de Charlie Kirk. En declaraciones en X, Rubio afirmó: “Estados Unidos no acogerá a extranjeros que celebren la muerte de nuestros conciudadanos”. Cualquiera que alabe o celebre el asesinato podría enfrentarse a la deportación si ya se encuentra en EE. UU. con un visado.
El anuncio de Rubio siguió a un mensaje similar del subsecretario de Estado Christopher Landau, quien dijo que aquellos que celebren o justifiquen la muerte de Kirk no son visitantes bienvenidos en el país. Landau también ordenó al personal consular de EE. UU. que tomara las medidas apropiadas cuando observaran a ciudadanos extranjeros promoviendo dicha retórica.
Aún no está claro cuántos visados se han revocado realmente ni cuántas personas se ven afectadas. Tampoco está claro qué países se ven afectados por esta política. No se han revelado por completo los criterios del Departamento de Estado para identificar qué personas cumplen el umbral para la cancelación del visado.
A raíz de estos anuncios de política, algunas organizaciones estadounidenses ya han tomado medidas. Los informes indican que ciertos sectores, incluidos las aerolíneas, la educación y los medios de comunicación, están suspendiendo o despidiendo a personas que celebraron públicamente la muerte de Kirk. Por ejemplo, un piloto empleado por American Airlines ha sido suspendido de empleo.
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