Pero, por desgracia, liga deportiva tras liga deportiva ha desviado su atención del deporte para mostrar cuánto apoya la agenda radical LGBT. Incluso las ligas deportivas con bases de aficionados conservadoras se han subido a bordo de la agenda LGBT.
Por ejemplo, la NASCAR, cuyos seguidores se encuentran entre los más conservadores del país (recuerde el cántico “Let’s go Brandon” (“Vamos Brandon”) que se inició en una de sus carreras), se ha puesto recientemente totalmente en guardia en su apoyo a esta agenda radical.
De hecho, como escribí en junio de este pasado año, la NASCAR anunció su apoyo a todo el espectro de cuestiones LGBT durante el mes del Orgullo. Con la bandera del orgullo obligatorio de fondo, la NASCAR tuiteó:
“Mientras celebramos a la comunidad LGBTQ+, reconocemos que las acciones recientes no se han alineado con la misión de la NASCAR de ser un deporte acogedor para todos. Seguimos firmes en nuestro compromiso de crear un entorno más inclusivo en nuestros lugares de trabajo, en la pista de carreras y en las gradas.”
Ahora, otra liga no conocida por tener aficionados de izquierdas acaba de abrazar la agenda radical LGBT: la Liga Nacional de Hockey. En un tweet la NHL (Liga Nacional de Hockey) declaró:
“La NHL se enorgullece de apoyar el Torneo Team Trans Draft celebrado en Middleton, Wisconsin. Este fue el primer torneo compuesto enteramente por jugadores transgénero y no binarios, ¡con alrededor de 80 personas participando! #HockeyIsForEveryone #NHLPride“
En respuesta al comentario “Entonces, ¿hombres jugando en un equipo de mujeres?”, la NHL declaró:
“Las mujeres trans son mujeres. Los hombres trans son hombres. La identidad no binaria es real”.
Las reacciones a lo que dijo la NHL no se hicieron esperar. Una persona tuiteó: “Un empleado despedido de Twitter acaba de conseguir un nuevo trabajo como jefe de medios sociales de la NHL”. Otro tuiteó: “No espero que un becario de relaciones públicas entienda de biología, pero vaya manera de avergonzar al deporte”. Otro más respondió:
“Los 2020 son tan miserables. Esto es una locura. Echo de menos los días en que las ligas deportivas eran apolíticas. No es cosa de bandos. Tampoco quiero que las ligas sean portavoces de la derecha. Los aficionados no deberían ser activistas”.
Así que ahí lo tienes. Otra liga deportiva más ha decidido dejar de centrarse en el deporte para entrar en las guerras culturales del lado de la agenda radical LGBT.
La Liga Nacional de Hockey ha hecho saber ahora al mundo que cree que un hombre que se cree mujer es de hecho una mujer y que está perfectamente bien si una chica quiere cortarse los pechos porque cree que en realidad es un chico.
¿Queda alguna liga deportiva con una columna vertebral lo suficientemente fuerte como para no doblegarse ante la agenda LGBT? ¿Podemos tener nuestros deportes sin que nos los metan por la garganta? ¿O es demasiado pedir?
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