Las estimaciones de Eurostat indican que el continente europeo podría ver reducida su población en un 6%, es decir, 27,3 millones de personas, de aquí al 2100. Tras dos años de descenso debido a la pandemia de COVID-19, la población de la UE empezó a recuperarse en 2022 y se calcula que a principios de este año alcanzaría los 451 millones de habitantes. Este crecimiento se atribuye en gran medida a la afluencia masiva de refugiados ucranianos tras la invasión rusa del país.
El último informe de la Oficina Estadística de la UE prevé que la población del bloque seguirá creciendo, alcanzando un máximo de 453 millones en 2026, antes de descender a 420 millones en 2100. Las proyecciones se basan en los patrones de fecundidad, mortalidad y migración del continente. La pirámide de población de 2100 predice una sociedad menguante y envejecida. La proporción de niños, jóvenes menores de 20 años y personas en edad de trabajar disminuirá, mientras que la proporción de personas de 65 años o más aumentará. En 2100, los mayores de 65 años representarán el 32% de la población, frente al 21% en 2022. Como resultado, la pirámide de población proyectada será mucho más pesada en la parte superior de lo que es hoy: habrá más personas mayores de 80 años que menores de 20 años.
Las previsiones llegan después de que China fuera noticia a principios de año al registrar su primer descenso de población en seis décadas. Según los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadística, el país contaba con 1.412.175 millones de habitantes a finales de 2022, lo que supone un descenso de 850.000, ya que las defunciones superaron a los nacimientos. ¿Cuál es la tasa de fecundidad de Europa? La tasa media de fertilidad de la UE, de 1,53 nacidos por mujer en 2021, es ligeramente superior a la de 2020 (1,50), pero inferior a la de 2016 (1,57). Las tasas totales de fecundidad más bajas en 2021 se registraron en Malta (1,13 nacimientos por mujer), España (1,19) e Italia (1,25). Francia ocupa el primer lugar, con una tasa media de fecundidad de 1,84, seguida de la República Checa (1,83), Rumanía (1,81) e Irlanda (1,78). El cambio natural de la población en la UE ha sido negativo desde 2012, lo que significa que durante más de una década las muertes han superado a los nacimientos. Desde 2011, el crecimiento de la población de la UE se atribuye a la migración neta y a los ajustes estadísticos. Sin embargo, en 2020 y 2021, la migración neta no compensó el cambio natural negativo de la población de la UE y, en consecuencia, la población total de la UE disminuyó.
La UE y China tienen dinámicas migratorias diferentes. El siguiente gráfico compara su tasa de migración neta, es decir, la diferencia entre el número de inmigrantes (que se trasladan a un país) y el número de emigrantes (que lo abandonan) durante el año. Cuando el número de inmigrantes supera al de emigrantes, la tasa neta de migración es positiva. Sin embargo, a pesar de haber nombrado a un Vicepresidente de la Comisión Europea,… que se supone debe ocuparse de la desnatalidad y de cómo fomentar el crecimiento demográfico, Europa no hace nada para contrarrestar su propia extinción y, a este paso, el único anclaje de “salvación” será la sustitución étnica, religiosa y racial de las poblaciones europeas por asiáticas, árabes y africanas, Todos, excepto Polonia y Hungría, están resignados… por ahora.
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