Una mujer muere tras contraer sepsis por la píldora abortiva

Rheanna Laderoute, de diecinueve años, murió de sepsis tras tomar la píldora abortiva Mifegymiso. Este caso pone de relieve los riesgos mortales asociados a lo que se presenta erróneamente como una alternativa médica segura. Laderoute descubrió que estaba embarazada y acudió a una clínica de salud para mujeres en Brampton, Ontario, donde le administraron el fármaco. Tras tomar la píldora abortiva, experimentó fuertes hemorragias y un intenso dolor abdominal durante dos semanas, y luego acudió tres veces a urgencias.

En su segunda visita a urgencias, los médicos diagnosticaron a Rheanna peritonitis, una grave inflamación del revestimiento que rodea los órganos abdominales, como parte de una infección generalizada. En ese momento, la infección había progresado a sepsis, que es cuando la respuesta inmunitaria del organismo se descontrola y empieza a dañar sus propios tejidos. Se perdió la ventana de tratamiento y, a pesar de la posterior intervención médica, Laderoute no pudo ser salvada.

Una monografía de Health Canada sobre Mifegymiso señala que muchas mujeres experimentan fuertes hemorragias, calambres, fiebre, náuseas, vómitos y otros síntomas angustiosos. Aunque muchos efectos secundarios pueden resolverse, la literatura médica confirma que algunas mujeres sufren lo que se denomina «hemorragia grave» o hemorragia abundante que requiere cirugía de seguimiento. El caso de Rheanna ilustra trágicamente cómo el dolor intenso y las complicaciones comunes pueden convertirse en afecciones potencialmente mortales cuando se ignoran los síntomas alarmantes.

Los fármacos abortivos suponen un riesgo importante para las mujeres. El artículo señala informes de que entre el 1 y el 10% de las usuarias pueden experimentar complicaciones graves. En el caso de Rheanna, el retraso en el reconocimiento de la sepsis y el tratamiento de la infección resultó fatal.

Historias como la de Rheanna subrayan la urgente necesidad de abandonar la píldora abortiva como tratamiento médico peligroso e inmoral. Deben aprobarse leyes que protejan a las mujeres de los peligros de la píldora.

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