Amberly, madre de cinco hijos, está arrojando luz sobre los peligros físicos que entraña la mifepristona, un fármaco utilizado en los abortos médicos y en la gestión de los abortos espontáneos. Tras un devastador aborto de 12 semanas, a Amberly se le recetó mifepristona para facilitar la finalización del proceso de aborto en casa. Sin estar preparada para la hemorragia extrema y el trauma físico que siguieron, desde entonces ha expresado su preocupación por la promoción de este fármaco como seguro y fácil de usar.
Tras tomar la medicación prescrita, Amberly experimentó una hemorragia profusa e incontrolable, que la llevó a desmayarse en su casa y a requerir los cuidados vigilantes de su marido. La hemorragia persistió durante 17 días y ha tenido efectos duraderos en su salud y bienestar.
Aunque la mifepristona y otros fármacos para los abortos con medicamentos suelen ser descritos como sencillos y seguros por los defensores del aborto, la experiencia de Amberly indica lo contrario. En un estudio proaborto realizado para cuestionar la eficacia del proceso de reversión de la píldora abortiva (IPA), se descubrió que dos de cada cinco mujeres que tomaron placebos tras el uso de mifepristona experimentaron hemorragias extremadamente abundantes, una de las cuales incluso necesitó una transfusión de sangre.
Amberly se une ahora al coro de mujeres que comparten sus angustiosas experiencias con la mifepristona, entre ellas la cantante de pop Britney Spears. Estas historias contravienen la narrativa de la industria pro-aborto que comercializa la píldora abortiva como no más dañina que un medicamento común de venta libre como el Tylenol. Amberly insta a las mujeres a ser conscientes de las consecuencias potencialmente graves para la salud del uso de la mifepristona.