Un tribunal de la República de Mordovia, en Rusia, ha impuesto la primera multa del país en virtud de las nuevas leyes contra la coacción, penalizando a un residente de Saransk con 5.000 rublos por presionar a su pareja embarazada para que abortara ofreciéndose a financiar el procedimiento. La mujer, apoyada por la fundación benéfica Mujeres por la Vida, estaba embarazada de gemelos cuando el hombre, no preparado para la paternidad, sugirió la interrupción del embarazo, lo cual ella rechazó firmemente.
A pesar de su admisión inicial de culpabilidad, posteriormente negó la coacción ante el tribunal, pero el fallo confirmó la intención de la ley de salvaguardar la autonomía de las mujeres frente a tales tácticas manipuladoras. El incidente se produjo después de que la mujer solicitara ayuda a la organización pro-vida, lo que pone de relieve el papel crucial de estos grupos en el empoderamiento de las futuras madres. Los gemelos Bogdan y Varvara nacieron felizmente en julio de 2025, lo que subraya el resultado de afirmación de la vida al resistir la presión.
A mediados de noviembre de 2025, más de 20 regiones rusas habían adoptado medidas similares, lo que refleja un creciente compromiso con los valores familiares y la estabilidad demográfica en medio de la disminución de las tasas de natalidad.
Estas leyes dan prioridad a la responsabilidad moral sobre la conveniencia. Esta multa, que sienta un precedente, señala un cambio cultural hacia la defensa de los principios tradicionales, contrarrestando las ideologías progresistas que a menudo restan importancia a la santidad de la vida.
