En un preocupante acontecimiento, un tribunal italiano ha autorizado el cambio legal de sexo y de nombre para un menor de 13 años, lo que supone el caso más precoz de este tipo en la historia del país. El Tribunal de La Spezia se puso del lado de la petición de los padres, que implicaba a una de las gemelas que, según se informa, empezó a rechazar su sexo biológico durante la infancia y a adoptar rasgos masculinos.
Los jueces justificaron la decisión alegando que la adolescente demostraba una «creencia clara y asentada» de que su cuerpo no coincidía con su identidad, mostrando suficiente conciencia a pesar de su corta edad. El proceso se originó en 2021 en el Hospital Careggi, donde los especialistas prescribieron triptorelina, un bloqueador de la pubertad, para detener el desarrollo normal como parte del llamado camino de transición del menor.
Esta intervención plantea serias dudas sobre la exposición de menores a tratamientos médicos irreversibles con el pretexto de alinear el cuerpo y la identidad. Tales medidas socavan la maduración natural y la responsabilidad de los padres de proteger a los niños de decisiones precipitadas. El grupo de defensa de la familia Pro Vita & Famiglia condenó la decisión como una «locura», y su portavoz, Jacopo Coghe, destacó la hipocresía: La ley italiana considera que un menor de 13 años es demasiado inmaduro para hacerse un tatuaje, pero permite los cambios de sexo aprobados por los tribunales tras la terapia hormonal.
La comentarista Francesca Totolo se hizo eco de este sentimiento en X, señalando que a los 13 años no se puede conducir, votar, tatuarse o beber alcohol, pero un juez puede aprobar un cambio de género con el consentimiento de los padres.