«Estoy siguiendo a Dios, y estoy haciendo lo que Él quiere que haga», dijo Michael Jackson al presentador del podcast Laura-Lynn Tyler Thompson desde un lugar no revelado.
Actualmente, Jackson de 52 años, está huyendo de las autoridades; se niega a enviar a su hija a casa con su madre, que quiere vacunar a la niña. Tiene la custodia compartida de su hija, Sarah, y ha estado escondido con ella durante el último mes.
La pareja divorciada tuvo una discusión el pasado mes de noviembre, cuando el gobierno de Saskatchewan aumentaba la presión para que se vacunara a los niños en cuanto se aprobara. Cuando Mariecar le dijo a su marido que estaba dispuesta a hacer todo lo que propusiera el gobierno, Michael se quedó boquiabierto.
«Me quedé en plan: ‘¡Guau!'», dijo Jackson.
«No fue como si dijera ‘voy a hacer lo que es mejor para Sarah’. Es, «Voy a hacer lo que tengo que hacer, lo que me dicen que haga». Así que tomé la decisión en ese momento de que no iba a devolverla».
Sarah está con su padre desde el 10 de noviembre, y en la entrevista con Tyler Thompson se la puede ver sonriendo en el fondo. Dicho esto, es una situación horrible para un niño; una situación de divorcio, y de desesperación para un padre que siente que no tiene derechos ni voz en la crianza de su hijo (es algo que se ha tratado antes en ifamnews.com).
Jackson señala el vídeo de la Alianza canadiense de atención COVID «More Harm Than Good«(Mas daño que beneficio), una evaluación de los ensayos de vacunas de Pfizer, para resumir su valoración. Dijo que su investigación le ha hecho desconfiar de que la vacuna pueda causar daños. Añade que compartió esta información con su hija y aunque poco puede valer la opinión de una niña de 7 años que sigue bajo la autoridad de sus padres, la propia Sarah ha dicho que no quiere vacunarse.
Jackson telefoneó al Western Standard desde un número privado tras una entrevista en directo en el popular podcast de Laura-Lynn Tyler Thompson.
Jackson vive principalmente con su ex mujer, que también tiene autoridad sobre las decisiones médicas. No le ha devuelto la niña a su madre por miedo a que la haga vacunar de COVID-19.
El pasado mes de mayo, el Dr. Jay Bhattacharya, coautor de la Declaración de Great Barrington que recomendaba no cerrar las puertas, declaró al Western Standard ;»No creo que los niños deban recibir la vacuna porque… no les beneficia. Su riesgo de efectos secundarios es muy pequeño. En los ensayos, aproximadamente cinco de cada 1.000 niños de 12 a 15 años tuvieron un efecto adverso grave. Sin embargo, el riesgo de que un niño muera por una infección de COVID es mucho menor que 1 de cada 1000. En el caso de los adolescentes, el riesgo es un poco mayor, pero no sustancialmente».
Según la CBC, los jueces de Saskatchewan han emitido dos órdenes judiciales para que Jackson devuelva la niña a su madre. Una llorosa Mariecar en una emisión de CBC News se dirigió a su hija a través del objetivo de la cámara diciendo: «Todos los días rezo para que algún día estés en casa».
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