Según datos recientes compartidos por el Servicio Ejecutivo de Salud Irlandés (HSE), varios bebés nacidos vivos tras abortos tardíos en Irlanda habrían recibido atención médica insuficiente antes de fallecer. Las cifras se revelaron en respuesta a una pregunta parlamentaria del diputado independiente Ken O’Flynn.
En 2022, doce recién nacidos en hospitales irlandeses nacieron vivos tras intentos de interrupción del embarazo y murieron posteriormente. En 2020, diez bebés sobrevivieron brevemente al procedimiento antes de fallecer. El HSE no publicó cifras de algunos otros años.
El diputado O’Flynn expresó su profunda preocupación por la falta de transparencia en torno al trato recibido por estos bebés. Criticó la falta de información, afirmando: “Es difícil comprender que haya bebés que nacen vivos… y, lamentablemente, hay que dar vueltas y más vueltas solo para obtener respuestas sobre cómo se trata a los bebés una vez que llegan a este mundo”. Pidió mayor transparencia y rendición de cuentas a las autoridades sanitarias.
La organización provida Pro Life Campaign condenó las estadísticas como “verdaderamente impactantes” y exigió claridad con respecto a lo que se proporcionó como supuestos “cuidados paliativos”. Presionaron al gobierno para que aumente la transparencia y la rendición de cuentas en las decisiones relativas a los abortos tardíos.