Un hombre irlandés está detenido sin fianza tras supuestamente amenazar con llevarse por la fuerza a su novia embarazada, tirando de su pelo, para obligarla a abortar.
Según consta en los archivos judiciales, el hombre supuestamente profirió repetidas amenazas, advirtiendo que arrastraría a la mujer a una clínica y la obligaría a interrumpir su embarazo si se negaba. Las amenazas supuestamente escalaron a mensajes y enfrentamientos, lo que llevó a la mujer a buscar protección legal.
Cuando compareció ante un juez, los fiscales se opusieron a su puesta en libertad bajo fianza, alegando el riesgo de que siguiera ejerciendo un comportamiento coercitivo y el peligro para la mujer y el niño por nacer. El tribunal estuvo de acuerdo y dictaminó que debía permanecer bajo custodia hasta que se celebraran nuevas diligencias.
El caso ilustra la violencia subyacente inherente a la coacción al aborto, y deben aplicarse salvaguardias legales más sólidas para proteger a las mujeres embarazadas de las parejas abusivas que utilizan las amenazas de aborto como medio de presión.
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