Un denunciante expresa su preocupación por las prácticas poco éticas de una clínica de ginecología de San Luis y por las organizaciones “totalitarias” de LGBT

"Transgender Pride Flag" by Foreign, Commonwealth & Development Office is licensed under CC BY 2.0.

Jamie Reed, antiguo clínico y denunciante de una clínica especializada en cuestiones de género de St. Louis, expresó recientemente su alarma por la actitud “totalitaria” imperante entre las principales organizaciones LGBT. Al parecer, pretenden reprimir a quienes se les oponen públicamente. En un episodio de “The Daily Signal Podcast”, Reed confirmó la existencia de otros denunciantes que se muestran aprensivos a la hora de dar la cara por miedo a las represalias.

Reed sacó a la luz prácticas poco éticas en la clínica, donde se administraban continuamente tratamientos a pesar de los efectos perjudiciales para los jóvenes pacientes que buscaban procedimientos de cambio de sexo. Relató casos en los que se llevaron a cabo “intervenciones médicas”, en forma de fármacos y procedimientos quirúrgicos, incluso cuando se puso de manifiesto que causaban daño y angustia.

Acusando a las grandes organizaciones LGBTQ de acoso institucional, Reed cuestionó la narrativa mediática predominante en torno a los tratamientos de transición de género para menores de edad. Insiste en que el mejor enfoque de la “angustia de género” en los niños debe ser explorar las causas subyacentes de la angustia, a menudo atribuidas a abusos sexuales o traumas tempranos. Las intervenciones médicas, según Reed, deben ser el último recurso.

Reed, que se identifica como LGBT sin la “Q”, tiene la misión de apoyar a los posibles denunciantes en las clínicas que ofrecen transiciones médicas pediátricas. Afirmando que no está sola en sus creencias, Reed reveló su colaboración con la Coalición Coraje LGBT, un grupo de personas adultas lesbianas, gays, bisexuales y trans que se oponen a las transiciones médicas pediátricas.

En una enérgica respuesta a las poderosas organizaciones LGBTQ que presionan para que se tomen decisiones clínicas, Reed afirma: “se han equivocado”. La ciencia que avala estos tratamientos es defectuosa y el empuje hacia los tratamientos transgénero para niños perjudica en última instancia a los jóvenes gays y lesbianas, afirma. Hizo un llamamiento para volver a los principios fundacionales del periodismo: la búsqueda de la verdad y la resistencia frente a los grupos de presión que ofenden. También instó a los líderes del Partido Demócrata a revisar su perspectiva sobre la transición médica pediátrica, subrayando que se trata de una cuestión no partidista que afecta a los derechos humanos, los derechos de la mujer y el bienestar de gays y lesbianas.

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