Al parecer, durante el desfile de drag queen de Nueva York para celebrar el “mes del orgullo”, se oyó a activistas LGBTQ corear: “Estamos aquí, somos maricas, venimos a por vuestros hijos“.
El desfile, que conmemoraba el aniversario de los disturbios de Stonewall, incluyó actuaciones sexualizadas y desnudos. Voces conservadoras se alzaron contra la agresiva agenda del fenómeno drag queen, condenando lo que consideran una depredación sexual dirigida a los niños.
La representante republicana Marjorie Taylor Greene respondió en Twitter, expresando su preocupación por la preparación de menores para intervenciones médicas como mastectomías y castraciones. Graham Allen, un podcaster conservador, describió el evento como “diabólico”.
Cabe destacar que el grupo de odio anticatólico Hermanas de la Perpetua Indulgencia participó en el desfile, burlándose blasfemamente de las figuras religiosas y profanando el crucifijo.
A pesar de las objeciones de los aficionados cristianos, fueron homenajeados por los Dodgers de Los Ángeles.
En respuesta al desfile, miles de personas se reunieron frente al estadio de los Dodgers para una concentración de oración y una procesión eucarística dirigidas por el obispo Joseph Strickland de Tyler, Texas. Esta protesta atrajo a muchos más participantes que el propio desfile.
El desfile de drag queen de Nueva York revela los aspectos anticristianos y de depredación sexual del movimiento LGBT. Las escuelas públicas de EE.UU. y Canadá promueven el liberalismo sexual, mientras que el gobierno de Biden adopta una postura más extrema en cuestiones de transexualidad que muchos países occidentales.