Last updated on octubre 19th, 2021 at 05:30 am
Los hechos ocurrieron en Bladensburg, Maryland, EEUU, en julio. Un grupo de seguidores de Satanás juntos a militantes LGTBI pretendían hacer suyo un monumento erigido en memoria de los veteranos americanos de la Primera guerra mundial: una cruz con los nombres de los veteranos inscritos. Enemigos de la cruz habían intentado hacerla derribar mediante una acción en la Suprema Corte en 2019, que no tuvo éxito. La corte fallo 7-2 en favor de conservar este símbolo de la salvación para los cristianos.
Entonces miembros del templo satánico local buscaron dedicar este monumento a Satanás y planearon una ceremonia pública para realizar dicho sacrilegio. Se juntaron el último 10 de julio con militantes LGTBI, cuya afinidad con los satánicos era evidente. Se juntaron y realizaron varias plegarias a Satanás, alabando la “paz satánica y pluralidad religiosa”… ¡Pero no pudieron acercarse a la cruz!
Un valiente grupo de cristianos anticipó este sacrilegio y se interpuso. Con oraciones a Dios, música, oraciones y carteles pidieron el apoyo de los automovilistas que lograron ampliamente. De esa manera, lograron impedir que satánicos y LGTBItas se acerquen a la cruz. Una victoria sin duda.
Un hecho curioso es que los manifestantes siendo angloparlantes terminaron sus oraciones con un estruendoso “Viva Cristo Rey” y “Viva María Santísima” en español.
A pesar de este lamentablemente intento de los adversarios de la cruz, es interesante observar con qué facilidad y comodidad ciertos grupos LGTBI y satánicos se unen en causa común. Este hecho debe hacernos reflexionar. Algunos no reparan en la estrecha conexión de ambos enemigos de la Fe. Por supuesto debemos orar por ellos y ayudarles a acercarse a la Verdad con una auténtica caridad pero sin ingenuidad. Nunca debemos cometer el error de creer que podemos apoyar sus tesis y menos tratar de conciliar sus postulados ideológicos con la práctica de la fe cristiana.
Tal es el caso del padre James Martin s.j. cuyo libro “Tender un Puente” no es un intento de acercar a estas personas a vivir la vida cristiana sino de una reinterpretación de la fe cristiana para dar cabida al estilo de vida LGTBI. Es tender un puente, claro, pero no de comunicación ni de rescate de la oveja perdida sino un puente de abordaje y asalto a la doctrina cristiana.
Ese 10 de Julio el archi-enemigo de la Cruz no se tomó el trabajo de disfrazarse como le es costumbre para esconder su naturaleza maligna.