El Programa Aprendiendo a Querer comenzó como un gran sueño hace 3 décadas y actualmente se utiliza en varios continentes y ha sido traducido a múltiples idiomas. Christine de Marcellus de Vollmer de Venezuela y Carlos Beltramo de Argentina dieron forma a un programa completo para la educación del carácter y el desarrollo de la personalidad, resultado de 10 años de estudios de desarrollo psico-cerebrales. Fue concebido y desarrollado para aprovechar al máximo las ‘ventanas de oportunidad’ de niños y adolescentes en el progresivo crecimiento del raciocinio de la niñez y la adolescencia con una pedagogía apta para el aula.
Fueron uno de los pioneros en usar la técnica del storytelling para la enseñanza escolar. Cada libro es como una novela y cuenta la historia continua de Carlos, su prima Alicia y su grupo de amigos, captiva la imaginación de los alumnos a la vez que los hace pensar y analizar su propia realidad. Esta historia se desarrolla en 13 animados textos para uso desde Prescolar hasta último año de secundaria. A medida que avanza, el cuento pasa por situaciones existenciales universales y el desarrollo psicológico normal de las etapas del desarrollo.
Una de los más ambiciosos y recientes emprendimientos se inició el 2012. La Federación Africana de Acción Familiar (FAAF), una asociación católica que une muchos países africanos entre francófonos, anglófonos y portugués, pidió al Programa Aprendiendo a Querer, nacido en Venezuela, de adaptar su programa de educación sexual para África. Aprendiendo a Querer les propuso un programa completo para la educación del carácter del niño y el desarrollo de su personalidad, fruto de 10 años de estudios de desarrollo psico-cerebral. Adaptaron y tradujeron los libros de educación para niños de 3, 5, 6 y 7 años, con nuevas ilustraciones más afines con la realidad africana.
En 2018 se logró que la Asociación católica internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) financiará el desarrolló completo del proyecto por 10 años más. El objetivo es de alcanzar 200.000 niños y adolescentes a través de los 13 niveles que comprende el programa aprendiendo a querer.
Los libros son donados a los Obispos de cada país para el uso gratuito en las escuelas y colegios católicos. Además los docentes líderes reciben capacitación en línea en la Pedagogía de la Integración de la Persona Humana por parte de Carlos Beltramo, especialista del Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra.
Este programa busca enseñar a los niños a ser personas que buscan el bien. Les da herramientas para afrentar el bombardeo mediático materialista y anti-valores del mundo de hoy, que demasiadas veces conduce a la drogadicción, la violencia, el sexo irresponsable, causando un círculo vicioso que socaba nuestras sociedades. Utiliza los tres niveles del ser humano: espiritual, psicológico/intelectual y corporal. Habla de situaciones muy similares a los que encuentran los jóvenes de hoy y los ayuda a reflexionar sobre cuál es el mejor camino para su felicidad.
Esperamos que tales iniciativas puedan multiplicarse. Los sectores progresistas tienen actualmente el casi control total de la narrativa en el campo de la educación sexual y de valores en muchos países. Seamos conscientes de las consecuencias que esto implica y propongamos nosotros también programas similares en los colegios que frecuenten nuestros hijos.
En Caracas, capital de Venezuela, los colegios donde se iba a aplicar este programa registraban un nivel de 8% de embarazo en las alumnas de los últimos anos de secundaria en el año 2013. A cambio en 2018, después de aplicar el programa, este nivel bajo al 1%. Esto nos demuestra que una educación sana y con valores si tiene un efecto sobre el embarazo adolescente. Mientras que los métodos educativos anteriores, incluyendo distribución de condones y pastillas anticonceptivas, carecen de buenos resultados, pero obviamente favorecen el discurso de los que usan las cifras del embarazo adolescente para justificar la legalización del aborto.