El 23 de septiembre, la Cámara de Representantes neerlandesa bloqueó una moción que habría instado a los Países Bajos a presionar para que el aborto fuera reconocido como un “derecho humano”.
La moción de un miembro privado pretendía que el gobierno neerlandés promoviera la inclusión de los derechos al aborto tanto en la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE como en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Entre los partidarios de la resolución se encontraban los partidos gobernantes y varias facciones liberales y socialistas, que juntos ocupaban 68 de los 150 escaños de la Cámara.
Los opositores, entre ellos el SGP, la Unión Cristiana y el Foro para la Democracia, presentaron una contramoción en la que pedían al gobierno que se resistiera a los esfuerzos por elevar el aborto a la categoría de derecho a nivel de tratado. Además de rechazar la moción principal, también se opusieron a una propuesta separada para clasificar la “atención al aborto” como parte de la asistencia básica de emergencia tras la violencia sexual, pero esa propuesta fue aprobada.
Un éxito para el bando provida se produjo a través de una moción del SGP relativa al cribado prenatal. A la luz de las preocupaciones del Comité de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad sobre el uso de las pruebas prenatales no invasivas, la moción instó al gobierno a considerar cómo abordar el “efecto potencialmente estigmatizador” del cribado prenatal. Esa moción fue aprobada con 76 votos.
Los grupos de defensa provida desempeñaron un papel activo en el debate. Fuera del parlamento, el Centro Neerlandés para la Reforma Bioética distribuyó materiales informativos y mostró imágenes de procedimientos de aborto para informar a los legisladores. Irmgard Averesch, del DCBR, dijo que también enviaron por correo a los legisladores resúmenes neutrales de los procesos de aborto para asegurarse de que entendían lo que estaba en juego. Oradores como Chris Stoffer y Gideon van Meijeren enfatizaron la humanidad de los niños no nacidos y argumentaron que el aborto implica dos vidas. La votación representa una victoria para las voces provida en los Países Bajos.
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