A lo largo d ellos años, y a fuerza de equivocarme, de observar, de escuchar y leer, y de educar a muchos hijos, he aprendido mucho. Una de las cosas que me parece más importante hoy en día en relación con los niños y los adolescentes es el tema del móvil y las pantallas en general.
Mis hijos piensan que soy una exagerada, pero yo pienso, al contrario, que soy demasiado blanda porque el móvil creo que es el mayor enemigo de la familia y, por cierto, también, de la vida espiritual porque te aleja del silencio y del encuentro contigo mismo.
Por si os sirve, os pongo aquí algunas ideas básicas sobre el tema, podéis pensar como mis hijos, que soy una exagerada, y no hacerme ni caso, o quizá haya algo que os ayude. No soy psicóloga ni experta en nada, sólo una madre que quiere que sus hijos no se aparten del camino que lleva al cielo y sean felices haciendo felices a los demás. Y para eso, hay temas que es fundamental tener claro.
Como criterio general: el móvil cuanto más tarde mejor y las pantallas cuanto menos y más tarde, mejor.
1.- de pequeñitos, nade de darles el móvil para que se entretengan. No hace falta que toquen un móvil nunca.
2.- en la preadolescencia pueden que alguna vez necesiten comunicarse con algún amigo o pedir algo, etc…para eso, que utilicen el tuyo-
3.- cuando consideres que ya pueden tener móvil, (por cierto, no regalárselo como premio de nada ni por su cumple. Es una herramienta, nada más) entonces déjales claro unas normas básicas, no muchas y cúmplelas y hazlas cumplir siempre y en todas las edades. En mi casa casi todas las normas se reducen a esta: -el móvil se deja en un sitio especifico según se entra en casa y allí se queda. Si hay que usarlo, se usa ahí. Eso significa que se usa menos, que se usa a la vista de todos y que no está en la habitación.
4.- ofréceles siempre alternativas que les ilusionen y les enseñen a vivir, dale a los niños y a los adolescentes tiempo de juego, de bici, de campo, de planes en familia y amigos…y no necesitarán pantallas. Esto supone esfuerzo para ti, pero merece la pena. No improvises la educación de tus hijos.
El móvil debe ser una herramienta de comunicación o de trabajo, pero no se debe considerar nunca un método de ocio. Es un hecho que las pantallas reducen la creatividad y la imaginación de los niños, absorben el tiempo de los adolescentes y les limita la capacidad de autodominio, la voluntad y la empatía. Y, además, no leen.