Mirando al pasado me acordé de lo que ocurrió el pasado 13 de mayo, que es como si hubiera sido ayer. Era la fiesta de la Virgen de Fátima y miles de personas se reunieron en una jornada de oración para pedir la intercesión de María por el Perú. El país, que sufre los estragos de la pandemia y la crisis económica y social que ésta ha generado, vivía además un difícil proceso electoral en el que sectores radicales de ideología comunista, venían polarizando a la población y generando un clima de conflicto social.
En este escenario, un grupo de laicos convocó a rezar un ROSARIO POR EL PERÚ para pedirle María Virgen que intercediera por el Perú. Hace 104 años que la Madre de Dios se apareció a tres humildes pastorcitos en Fátima, Portugal, y pidió que los cristianos le recemos el rosario para pedir por la paz y vernos libres de toda amenaza. Respondiendo al llamado de la Virgen, miles de personas de distintos lugares de Perú y del mundo acogieron la iniciativa y se unieron al Rosario por el Perú. Fueron cuatro horas ininterrumpidas de oración, cantos y testimonios de fe que han conmovido a todos los asistentes.
Los organizadores crearon una “capilla virtual” en la plataforma Zoom con capacidad para mil personas que se vio rebasada por los asistentes en menos de cinco minutos. Además, distintas plataformas de Facebook y You Tube quisieron unirse al evento transmitiendo vivo a más de 5,000 personas durante las cuatro horas de oración. En conjunto, con las retransmisiones e interacciones en redes sociales el evento alcanzó a más de 150 mil personas.
Se rezaron los misterios gozosos, luminosos, dolorosos y gloriosos. Para ello, en un esfuerzo de coordinación y generosidad, se convocó a más de 20 grupos distintos de personas que rezaron una decena cada uno. Los rezos se intercalaron con canciones marianas de cantautores peruanos y familias enteras que quisieron rendir homenaje a María con sus cantos. Personas de la tercera edad, familias, niños y niñas, personas con discapacidad, doctores, enfermeros, farmacéuticos, voluntarios de diversas obras sociales, indigentes, inmigrantes venezolanos, policías, entre muchos otros, ofrecieron un hermoso mosaico de representatividad del país. Además, distintas regiones y departamentos del territorio nacional se hicieron presentes en la jornada de oración.
Uno de los momentos más emotivos fue la participación del Dr. Oswaldo Cava. Como se recuerda, el Dr. Cava perdió a su hijo en el atentado terrorista de Sedero Luminoso en la Calle Tarata. Y en el velorio de su hijo mostró un rosario ante las cámaras de televisión y se dirigió a Abimael Guzmán, líder de ese grupo terrorista. En ese momento pronunció una de las frases de mayor convicción en la intercesión de María que haya hecho peruano alguno: “Señor Abimael Guzmán, con esta arma lucharemos, con esta arma se ha vencido a reyes y tiranos, y usted no será la excepción. Con esta arma venceremos”. Y al poco tiempo esas palabras proféticas se cumplieron y cayó Guzmán y toda la cúpula terrorista. Con 94 años de edad, Cava salió por primera vez de su casa desde que se inició la pandemia para participar en el ROSARIO POR EL PERÚ rezando el primer misterio doloroso “La Agonía de Jesús en el Huerto” ante la imagen de la Virgen en un parque cerca de su casa.
Cabe destacar los miles de comentarios que se dejaron tanto en el chat de las páginas de Facebook y la plataforma Zoom. Allí se recogieron agradecimientos, oraciones, intenciones provenientes del extranjero y de distintos lugares del Perú que hicieron de la “Capilla virtual” un lugar de encuentro y comunión en la fe. Si algo queda claro es que los peruanos queremos paz, estabilidad, y gobernantes que respeten la libertad de todos y busquen atender las necesidades más urgentes que aquejan a los peruanos, especialmente a los más necesitados.
El Rosario por el Perú fue una experiencia que ha enriquecido a todos los participantes y resaltó el valor de la fe, la fraternidad y la solidaridad. Todo ello nos hace más conscientes de la importancia de poner un granito de arena, cada uno desde su lugar, para que nuestro país sea cada vez más justo, más solidario y más unido.