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El viernes 15 de octubre de 2021 a las 19.30 horas arrancó el programa del Curso de Liderazgo Ético organizado por el Aula de Actividades del Real Oratorio del Caballero de Gracia. Este ciclo de conferencias está dirigido a jóvenes profesionales que quieren tener un impacto positivo en la sociedad a través de su trabajo profesional y se propone ayudarles en el empeño de su formación y el cultivo de unos criterios éticos.
Esta primera conferencia, con el título «Dignidad de la persona, derechos humanos, y ley natural», corrió a cargo de D. Fernando Díez Moreno, Abogado del Estado en excedencia, Doctor en Derecho y Vicepresidente de la Fundación Tomás Moro. A este primer encuentro asistió también D. Vicente López-Ibor, Doctor en Derecho y Presidente de la Federación Europea de Asociaciones de Derecho de la Energía -EFELA. López-Ibor es otro de los futuros ponentes y muy amigo de D. Fernando, al que quiso acompañar en el despegue de esta serie de seminarios.
Al comenzar el acto, el rector del Oratorio, D. Juan Moya, interpeló al Caballero de Gracia mientras señalaba su erguida figura representada en un cuadro que, colgado de la pared lateral del Aula acompañaba la ocasión. Y lo interpeló para que fuera y siga siendo testigo de lujo de estos deseos de un puñado de jóvenes de «tomarse en serio su capacidad de influir», como en serio se la tomó también Jacobo de Grattis, el Caballero de Gracia, laico, fundador de instituciones caritativas y educativas y promotor de la Adoración Eucarística.
EL FUNDAMENTO DE LA DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA
«Para llegar a lo que sea la dignidad del hombre hay que partir de lo que sea el humanismo», señaló Díez Moreno, y explicó que, antes de la Conferencia y con ánimo de aportar una pequeña filigrana gráfica a su exposición había tecleado el término «humanismo» en el buscador en Internet Google. El resultado: 9.270.000 entradas en 24 segundos a 15 de octubre 2021.
«El Humanismo —se lamentó— está siendo apropiado y “expropiado” por todo tipo de ideologías. Sin embargo —advirtió—no hay que confundir humanismo con cristianismo. Hay un humanismo marxista, un humanismo ateo». Hay también, sí, un humanismo cristiano, que no es sinónimo de cristianismo. El cristianismo sin embargo permea las realidades humanas —comentaba el ponente—, la pintura, la poesía, la moral de las personas, en fin, las civilizaciones. Y por ello podemos hablar con propiedad de un humanismo cristiano al igual que de poesía cristiana, pintura cristiana, etc., —reflexionaba D. Fernando.
LA DIGNIDAD, EXCLUSIVA DEL SER HUMANO
Fernando Díez Moreno hizo un repaso de un buen número de Declaraciones constitucionales que por el mismo hecho de incluir la dignidad humana, realidad fundante del ser persona humana, representaron «un cambio en la percepción de los derechos naturales»: entre estas Declaraciones constitucionales mencionó la Constitución de Irlanda de 1937, «primer texto que introduce la dignidad»; el Preámbulo de la Carta de Naciones Unidas de 1946; el artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos de 1948 (inspirada por J. Maritain): «desde la palabra persona (no individuo) se proyectan los derechos humanos, considerados como inherentes a la naturaleza humana»; el artículo 10 del Convenio Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966; el artículo 1 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea de 2007; el artículo 1.1 de la Constitución alemana (1949): «La dignidad humana es intangible. Respetarla y protegerla es obligación de todo poder público»; la Constitución de Sudáfrica: «Todos tienen una dignidad inherente», y su Tribunal Constitucional declara que «El derecho a la dignidad es un reconocimiento del valor intrínseco de los seres humanos»; la Constitución Apostólica del Concilio Vaticano II «Gaudium et Spes», número 19: «la razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a la comunión con Dios. El hombre es invitado al diálogo con Dios desde su nacimiento. No se puede llegar a la plenitud de la realización humana sino es en relación con Dios»; el artículo 10 de la Constitución Española de 1978: «la dignidad de la persona (…) es fundamento del orden político y de la paz social»).Así, explicaba el ponente, «el término dignidad prolifera ya en todos los documentos sobre derechos humanos, vinculándose con la libertad, pero no reducida a ella, sino a una “dignidad ontológica” que todos tienen por su condición de seres humanos, con independencia de su raza, sexo, posición, nacimiento, y con independencia de su capacidad de autodeterminarse (niños, enfermos, ancianos)».
LA DIGNIDAD HUMANA EMANA DE LA «IMAGO DEI», SER IMAGEN DE DIOS. PERO, ¿QUÉ ES «IMAGEN»?
La dignidad del hombre y de la mujer emana del hecho de ser creados a imagen y semejanza de Dios —explica— hecho marrado en el libro del Génesis. «“Imagen” no es —aclara Díez Moreno— la imagen física, no es una foto, no es la imagen corporal. Entonces ¿qué es? Entre todas las respuestas, nos decantamos por la dignidad». Y ahora la pregunta es, «¿qué es la dignidad?»
Aquí hizo el ponente un barrido por la historia del pensamiento y los sabios que en el mundo han sido, para reconocer sus aportaciones desde Sócrates hasta Benedicto XVI, desde Pico de la Mirandola hasta Lutero y desde Petrarca hasta Marx, en la búsqueda de la definición de dignidad.
Así, menciona Díez Moreno 23 sabios y tradiciones de pensamiento entre los cuales figuran Sócrates y Platón, para los cuales los guerreros y los guardianes son los únicos dignos porque arriesgan su vida para defender a los demás; para Cicerón la capacidad de la razón para someter los impulsos, dota a todo hombre de una dignidad distintiva; el cristianismo, uniendo dignidad y persona, apunta a la igualdad esencial de los hombres que deriva de haber sido creados a imagen y semejanza de Dios; en su homilía del dos de diciembre de 2009 Benedicto XVI dijo sobre Guillermo de Saint Thierri, «La imagen de Dios presente en el hombre lo empuja hacia la semejanza, es decir, hacia una identidad cada vez más plena entre su propia voluntad y la divina. A esta perfección que Guillermo llama “unidad de espíritu”, no se llega con el esfuerzo personal, aunque sea sincero y generoso… se alcanza por la acción del Espíritu Santo, que habita en el alma y purifica, absorbe y transforma en caridad todo impulso y todo deseo de amor presente en el hombre»; Lutero luchó en su yo interior por tener la seguridad de agradar a Dios. La justificación por la fe es una forma de referirse a la capacidad de elección moral (entre el bien y el mal); para Petrarca la dignidad sobrenatural consiste en tener impresa la imagen de Dios dentro del alma, en la esperanza de resucitar y en la encarnación de Cristo, que dignifica la condición humana y la diviniza; Pico de la Mirandola proclama que la dignidad es la libertad del hombre para escoger según su voluntad las determinaciones de su naturaleza; para la tradición liberal angloamericana (Hobbes, Locke, Stuart Mill): La libertad es la capacidad de perseguir los deseos y las pasiones, al margen de las restricciones externas; Hegel. asume el vínculo entre elección moral y dignidad humana. Los seres humanos son agentes morales libres, y esta agencia es el centro de explicación de la condición humana; San Juan Pablo II en la visita a Segovia el cuatro de noviembre de 1982, comentando el “Cántico Espiritual” de San Juan de la Cruz dijo que «el hombre solo adquiere totalmente su dignidad cuando experimenta en profundidad, como Juan de la Cruz, la gracia redentora y transformadora de Cristo. La verdadera libertad del hombre es la comunión con Dios».
AMENAZAS CONTEMPORÁNEAS A LA DIGNIDAD
«La despersonalización del trabajo, la globalización de las relaciones sociales y la condición intercambiable de sujetos y cosas llevan a una esterilización, cuando no destrucción, de la conciencia de la dignidad personal». He aquí el diagnóstico por parte del ponente del estado de salud de la sociedad en la que vivimos. Otras amenazas quedan englobadas también en lo que podemos reconocer como dimensiones del llamado posthumanismo.
«Asumiendo el riesgo de la simplificación», confiesa Díez Moreno, quiere delinear tres de las versiones de este posthumanismo, y explica que tras la caída del muro de Berlín, «la desaparición del comunismo no es tal, sino que permanece cambiando de rostro. Ahora ya no será la lucha de clases su objetivo, sino la lucha de sexos. Aparece así la ideología de género como expresión moderna del “posthumanismo marxista”. La segunda forma de “posthumanismo” es la que estudia las manipulaciones genéticas que pueden producirse en el ser humano, creando vida artificialmente. La tercera forma del “posthumanismo” es, en nuestra opinión, las consecuencias de la utilización, cada vez más extendida, de instrumentos tecnológicos e informáticos».
Sin embargo, aun siendo evidente la globalización galopante que vivimos a nivel de relaciones, transacciones comerciales, tecnología que a la vez nos acerca y nos aísla, viajes, globalización financiera, de enfermedades, al final del día cabe hacerse la pregunta obligada:«¿a cuántos afecta de los casi ocho mil millones de personas que poblamos el planeta?»
Un servidor interpreta que de alguna manera el ponente está considerando la parte de mito que tienen las grandes crisis, como mito es que no cabemos en el planeta o la fiebre de la emergencia de un cambio climático imparable. Cuando medio mundo no ha oído hablar de Europa o centenares de miles de adolescentes norteamericanos no sabrían señalar España en un mapa mundial mudo. La clave es, apunta el ponente al hilo de un comentario del público, utilizar las tecnologías y demás medios a nuestro alcance para lo que están, y en su justa medida.
DEL PÚBLICO: SOBRE QUIÉNES SEAN LOS LEGITIMADOS PARA DEFINIR LOS DERECHOS HUMANOS
Preguntado por quién tiene legitimidad para definir los derechos humanos, y si ese sujeto puede ser global o solo nacional, contesta el ponente que, «con laconismo te digo: para mí solamente tienen capacidad para definir qué es un derecho humano las Naciones Unidas. Porque en las Naciones Unidas están representados todos los países, y los acuerdos de esta naturaleza siempre tienen una mayoría de votos. Por tanto cualquier otra declaración de cualquier otra Conferencia que no tenga el aval de Naciones Unidas .para mí no es válida».
Ante la repregunta sobre lo que inquieta al mismo joven que ha hecho la pregunta inicialmente, de que se han promulgado Cartas que violan supuestamente los Derechos Humanos y la dignidad humana, para introducir otras cosas, arguye el ponente que «No violan, No se viola ningún derecho humano, al contrario, incluso se habla de Derechos Humanos de primera generación, que es la Carta del 48, de Derechos Humanos de segunda generación, que son las declaraciones complementarias a la Carta, y alguien dice que la Carta de los Derechos del Ciudadano Europeo que he desarrollado serían los Derechos Humanos de tercera generación».
Ante el hecho —le recuerda el mismo oyente— que se pasan en Naciones Unidas propuestas y recomendaciones o se delinean políticas abortistas y que claramente vulneran la dignidad de la persona humana, Díez Moreno insiste en que «Una cosa es la asamblea de la ONU y otra las Comisiones. Estas van cada una como quieren, y tienes toda la razón de que efectivamente están promoviendo el aborto entre otras muchas barbaridades. Pero eso no es la Asamblea de Naciones Unidas. Esa no es una decisión de Naciones Unidas del año 48 o las complementarias que cito». Ante la preocupación del interviniente de que la ONU pasa la agenda globalizadora de un Nuevo Orden Mundial de EE.UU. responde «No hay otra. Qué alternativa hay».
Aquí resuenan en la mente de un servidor las palabras de santo Tomás Moro, quien preguntado durante el juicio que le llevó a la muerte por si «daría Usted al diablo el beneficio de la Ley», respondió «por , puesto que sin la Ley no podría cogerlo». Los cristianos, debemos estar donde se hacen las leyes, para así trabajar para que sean justas.
EL ABUSO DE LAS REDES SOCIALES Y LA DIGNIDAD PERSONAL. LAS FAKE NEWS
«No creo que nadie renuncie a su dignidad, utiliza la dignidad de los demás, manipula la dignidad de los demás. Las fake news son una manipulación de la verdad. Quien la comete no es que este renunciando a su dignidad. Es más bien que no tienen en cuenta la dignidad de los demás. Nadie renuncia a su dignidad, que sería renunciar a su esencia».
LOS DERECHOS HUMANOS EN EL FORO POLÍTICO
La última pregunta versó sobre el hecho que, en nombre de algunas políticas del Ministerio de Igualdad, se utilizan los Derechos Humanos para enarbolar causas que les son totalmente antagónicas, como la defensa de la llamada ideología de género. Para Díez Moreno sería bueno, como defiende el oyente que le pregunta, recuperar el concepto de ley natural, la idea de que es el fundamento del derecho, recuperar la frase «derechos naturales» ofundamentales. Aun así, reconoce que hay «expresiones consagradas, muy difíciles de cambiar, pero más que un cambio de denominación, que sería oportuno, hay que responder a los ataques».
El Curso se extenderá hasta marzo de 2022 a base de encuentros semanales o quincenales.
Puede visionarse aquí el vídeo en YouTube de esta 1ª Conferencia.