Kamala Harris, la presunta candidata demócrata a la vicepresidencia, ha elegido al gobernador de Minnesota, Tim Walz, como compañero de fórmula.
Walz se ha convertido en una figura controvertida por haber promulgado la Ley de Protección de las Opciones Reproductivas (PRO) de Minnesota, que estipula un “derecho fundamental” al aborto sin limitaciones ni salvaguardias.
Caracterizada por los críticos como radical e inhumana, la ley permite el aborto incluso durante las últimas fases del embarazo, cuando los fetos son viables y pueden experimentar dolor.
También niega a los padres el derecho a saber si su hija menor de edad desea abortar.
La decisión de Walz sigue la línea de la coherente postura proabortista de Harris.
Harris se ha negado a esbozar ninguna limitación al aborto que ella apoye y ha copatrocinado legislación para imponer el aborto en todos los trimestres en los 50 estados.
La propuesta de Ley de Protección de la Salud de la Mujer, de la que Harris fue una de las primeras patrocinadoras, despojaría a los estados provida de sus protecciones para los bebés no nacidos y obligaría a aplicar leyes de aborto en todos los trimestres en cada estado.
En el Congreso, Harris votó en contra de la legislación destinada a proteger a los bebés que pueden sentir dolor y a los que nacen vivos tras abortos fallidos.
Su postura en estas cuestiones no coincide con la de la mayoría de los minnesotanos ni de los estadounidenses, ya que las encuestas sugieren que sólo el 30% de los minnesotanos cree que el aborto debería ser siempre legal.