Imane Khelif, de Argelia, una boxeadora que se cree que es biológicamente masculina, se ha colgado la medalla de oro en la división de peso welter del boxeo femenino en los Juegos Olímpicos de París.
Dominando a la china Yang Liu, Khelif obtuvo una victoria unánime.
Las ganancias para el ganador de la medalla de oro incluyen 50.000 dólares para el propio atleta, 25.000 para su país y 25.000 para su entrenador.
Sin embargo, la participación de Khelif ha sido un punto de controversia desde el principio, teniendo en cuenta que el boxeador es de sexo masculino.
El año pasado, la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) -una organización con polémicos vínculos con Rusia- descalificó a Khelif de sus Campeonatos Mundiales de Boxeo Femenino.
La IBA declaró que su decisión se basaba en que Khelif tenía “ventajas competitivas sobre otras competidoras”.
Lin Yu-ting, otra boxeadora de Taiwán que participa este año en la división femenina del peso pluma, recibió una descalificación similar.
Aumentando la polémica, el director ejecutivo de la IBA, Chris Roberts, reveló que se habían identificado cromosomas XY en la prueba de Khelif.
En respuesta al triunfo de Khelif, las redes sociales estallaron con reacciones en contra, incluidos los comentarios de Riley Gaines, una nadadora de la NCAA All-American en 12 ocasiones.
Lamentó la intromisión en la equidad y la seguridad atléticas de las mujeres.