La AMA dice que hay que eliminar el género de los certificados de nacimiento

Ha llegado el momento de levantarse con valentía, hablar y proteger "la unidad de grupo natural y fundamental de la sociedad"

En julio de 2017, la doctora Michelle Cretella, directora ejecutiva del Colegio Americano de Pediatras, publicó un artículo de referencia titulado “Soy pediatra. Cómo la ideología transgénero se ha infiltrado en mi campo y ha producido abusos infantiles a gran escala”. Lamentando el hecho de que “el movimiento transgénero ha ganado terreno en la comunidad médica y en nuestra cultura ofreciendo una narrativa profundamente defectuosa”, el Dr. Cretella rompió varios de los mitos que alimentan esa narrativa, y lanzó una sobria advertencia: “La ideología transgénero no sólo está infectando nuestras leyes. Se está inmiscuyendo en las vidas de los más inocentes entre nosotros -los niños- y con el aparente apoyo creciente de la comunidad médica profesional.”

No pasaron ni cuatro años, en junio de 2021, cuando la Asociación Médica Americana decidió que en los certificados de nacimiento ya no debía constar el sexo del niño: “Para proteger la privacidad individual y evitar la discriminación, las jurisdicciones estadounidenses deberían eliminar la designación del sexo en el certificado de nacimiento”. Reconociendo que el “Certificado de Nacimiento Vivo” no público -para la recopilación de datos gubernamentales y estadísticas vitales- seguirá conservando el registro del sexo del niño, la AMA se comprometió a abogar por una norma diferente para el registro público: “Nuestra Asociación Médica Americana abogará por la eliminación del sexo como designación legal en la parte pública del certificado de nacimiento”.

En esta trágica traición a su misión declarada de “promover el arte y la ciencia de la medicina y la mejora de la salud pública”, la AMA parece haber olvidado que en sus inicios, en 1847, instó a los gobiernos estatales a adoptar medidas para registrar los nacimientos en función del sexo del niño. Desgraciadamente, el maremoto “woke” que arrasa la sociedad ha inundado a la antaño respetada AMA, que ahora se ha creído la narrativa profundamente defectuosa propagada por la Campaña de Derechos Humanos en su página web Transgender Children & Youth: Understanding the Basics:

Los niños no nacen sabiendo lo que significa ser un niño o una niña; lo aprenden de sus padres, de los niños mayores y de otras personas de su entorno…. En cuanto un médico u otro profesional sanitario declara, basándose en la observación de los órganos sexuales externos del recién nacido, que es un niño o una niña, el mundo que rodea al niño comienza a enseñarle estas lecciones…. Pero el género no existe simplemente en esos términos binarios; el género es más bien un espectro, en el que todos los individuos expresan y se identifican con diversos grados de masculinidad y feminidad.

Compárese esa distorsión con la verdad inmutable que se conserva sobre el orden creado divinamente de la sociedad y lo que significa ser humano, tal como se relata en el sencillo pero majestuoso relato de la creación del Génesis:

Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó. Y Dios los bendijo, y les dijo: Sed fecundos y multiplicaos y llenad la tierra.

O, como parafraseó el fundador de la IOF, el Dr. Allan Carlson, en su emblemático The Natural Family: A Manifesto, “la familia natural” es “parte del orden creado, impreso en nuestra naturaleza, la fuente de la alegría abundante, la fuente de la nueva vida, el baluarte de la libertad ordenada”. Y la tragedia de nuestro tiempo, continúa el Dr. Carlson, es que la familia natural “está vilipendiada y amenazada… Los enemigos han montado ataques contra todos los aspectos de la familia natural”, incluyendo un “asalto de nuevas ideas que niegan la familia”, como “una retórica creciente de los derechos de género y ‘sexuales”.

Como la IOF y nuestros socios y amigos han instado repetidamente, nos encontramos en un momento crucial de la historia. No podemos permitirnos el lujo de quedarnos quietos y permitir que prevalezca este asalto. Debemos fortalecer proactivamente nuestras propias familias y también alzarnos valientemente y hablar para proteger lo que la Declaración Universal de los Derechos Humanos reconoce como “la unidad de grupo natural y fundamental de la sociedad”, y lo que el historiador Will Durant llamó “el fundamento último de toda civilización conocida en la historia”, es decir, la familia. Al hacerlo, seguimos guiándonos por la visión inspiradora y aspiracional articulada por el Dr. Carlson:

¿Qué es la familia natural? La respuesta llega a la mujer y al hombre que asumen el riesgo de convertir su amor en promesas de devoción para toda la vida. Al hacerlo, descubrirán la historia de la familia, a la vez una visión ideal y una realidad universal. En nuestro tiempo, también sentirán la crisis, porque las fuerzas malignas desgarran la fuente común de la libertad, el orden, la virtud y los niños. Para enderezar las cosas, tendrán que buscar principios claros, objetivos abiertos y un curso de acción firme. También tendrán que rechazar las acusaciones falsas y el compromiso débil. Sin embargo, a través de estos actos llegarán a conocer la verdadera libertad, un hogar reavivado y una verdadera vuelta a casa, para ellos y para toda la humanidad.

Salir de la versión móvil