La Casa Blanca actuó el viernes para defender a los trabajadores estadounidenses de la competencia desleal de la mano de obra extranjera. El presidente Donald Trump firmó una proclamación que impone una tasa de 100.000 dólares a los solicitantes de visados H-1B, un programa largamente criticado por desplazar a los trabajadores estadounidenses. La orden garantiza que las empresas solo puedan contratar a empleados extranjeros si son verdaderamente excepcionales y merecen el elevado coste.
Un alto funcionario de la Casa Blanca explicó la decisión, señalando que la tasa elevará el listón para la participación en el programa. «Esto asegurará que las personas que traen sean realmente muy cualificadas, no fácilmente reemplazables por trabajadores estadounidenses», dijo el funcionario. «Protege a los estadounidenses al tiempo que permite a las empresas contratar talento extraordinario cuando sea necesario».
El programa de visados H-1B, creado en 1990, se ha convertido en la principal vía para los extranjeros que buscan empleos altamente cualificados en los Estados Unidos. Estos titulares de visados a menudo hacen la transición a la residencia permanente, lo que les concede estancias indefinidas. Cada año, la demanda supera con creces los 85.000 visados disponibles, lo que da lugar a un sistema de lotería. Aunque es popular entre las grandes corporaciones, el programa ha recibido duras críticas por socavar los salarios y las oportunidades de los ciudadanos estadounidenses.
El secretario de Comercio, Howard Lutnick, se hizo eco de la postura de la administración en la Casa Blanca. «Si va a formar a alguien, forme a uno de los recién graduados de una de nuestras grandes universidades», dijo. «Dejen de traer gente para que nos quite el trabajo. Esa es la política aquí». El mensaje refleja la prioridad de la administración de dar prioridad a los trabajadores estadounidenses, especialmente en un momento en que muchos graduados estadounidenses luchan por encontrar puestos de trabajo bien remunerados.
Cifras preocupantes refuerzan la crítica. Entre 2022 y 2024, Amazon, Google y Microsoft despidieron a decenas de miles de empleados estadounidenses al tiempo que obtenían más de 61.000 visados H-1B combinados. Como señaló Eric Ruark de NumbersUSA, «El programa H-1B está diseñado específicamente para permitir a los empleadores reemplazar y desplazar a trabajadores estadounidenses cualificados con trabajadores invitados extranjeros más baratos y, a menudo, menos competentes». La acción de Trump busca poner fin a este desequilibrio y restablecer la equidad en el mercado laboral.