El pasado año el Departamento de Salud y Servicios Humanos de la administración Biden, dirigido por Xavier Becerra, propuso un reglamento, “Fortalecimiento de la Asistencia Temporal para Familias Necesitadas (TANF) como red de seguridad y programa de trabajo”, dirigido a los centros familiares provida. Según la norma propuesta, estos centros podrían verse incapaces de acceder a una ayuda financiera muy necesaria para su trabajo.
La administración Biden parece no comprender el valor que aportan estos centros de recursos para embarazadas provida. Alrededor de 3.000 centros provida sin ánimo de lucro ofrecen diversos servicios necesarios a las mujeres, como alojamiento, ropa, atención médica y apoyo financiero.
Al negar la ayuda financiera a estos centros, la administración revela una visión dispar entre su postura a favor del aborto y los valores fundamentales de estos centros.
La incoherencia de la administración es especialmente reveladora en su confianza científica. Aunque apoya incondicionalmente la agenda ecologista extrema mediante una afirmación de evidencia científica, contradice este principio al ignorar la prueba científica de la vida en el momento de la concepción.
A pesar de afirmar ser un fiel católico, el presidente Biden parece socavar regularmente las enseñanzas de la Iglesia católica sobre la santidad de la vida.
Sus acciones plantean interrogantes sobre las consecuencias de que los políticos desprecien descaradamente las enseñanzas de su fe mientras asumen un cargo público.
La solución reside en que la Iglesia recuerde a los políticos su obligación de seguir fielmente las enseñanzas de las escrituras de la fe que profesan. Los obispos y otras figuras católicas tienen el deber innegable de corregir a los políticos que desafían abiertamente los aspectos críticos de la fe católica, incluido el respeto a la vida.
Adherirse al consejo del Papa León XIII ayudaría a los políticos a vivir con coherencia y a adherirse plenamente a las doctrinas católicas, en lugar de convertirse en “católicos de cafetería” que obedecen selectivamente las enseñanzas de la Iglesia.