Hallado un agujero negro en el Ministerio de Igualdad (Gobierno de España)

Si con su millonaria asignación presupuestaria y el incalculable número de asesoras que tienen a sueldo y los cientos de programas - teóricamente en funcionamiento - que publicitan, no son capaces de hacer nada, habría que replantearse la justificación siquiera de su existencia.

Cuando a finales de 2020 la Moncloa hacía pública su intención de aumentar el presupuesto de Igualdad un 157% (alcanzando la nada desdeñable cifra 451,42 millones de euros para 2021) en mitad de una pandemia de consecuencias aún impredecibles, la gente empezó a preguntarse donde terminaba todo ese dinero del que poco o nada se sabía, con todo lo que hacía falta para otros sectores muchísimo mas desfavorecidos por la crisis.

Después de confirmar que todo lo que pone en su web y redes sociales son “programas de” cosas que nadie ha visto, en supuesta promoción de la igualdad (o al menos defensa de la mujer), me remití a las sabias palabras de “por sus frutos los conoceréis”. ¿Qué éxitos del Ministerio de Igualdad han sido noticia este pasado año? Solo dos.

Su primer gran logro del 2020 llegó con la marcha del #8M, por el día de la mujer (trabajadora). Bastante participación para el momento de incertidumbre en el que nos encontrábamos, supuso un gran foco de contagios del Covid-19, junto con el resto de actividades multitudinarias que se hicieron ese mismo fin de semana, fruto de la incapacidad de un Gobierno al que le faltaron… “apoyos”, para anteponer la salud de sus ciudadanos a la marabunta feminista. Y es que claro, el feminismo alimenta muchas bocas, y cuando la bestia tiene hambre, muerde hasta a la mano que le da de comer.

El otro titular vendría bastante tiempo después, con la reducción del número de víctimas de “violencia de genero”[1]. Y aunque para mí el valor de cada vida humana es, y siempre será, infinito, me veo en la necesidad de discrepar del buen funcionamiento de nuestro Ministerio de Igualdad, pues si con el incalculable número de asesoras que tienen a sueldo y los cientos de programas – teóricamente en funcionamiento – que publicitan, solo es capaz de evitar 10 muertes al año, tal vez debería replantearse la justificación siquiera de su existencia.

Fuera de eso, y del gran favor que ha hecho a la natalidad española la Sra. Montero, nadie sabe mucho más sobre el agujero negro al que van a parar todos estos millones y millones de euros, pero una cosa si que esta clara, deben estar haciéndolo rematadamente bien, para que este año la partida presupuestaria haya ascendido hasta los 451 millones. No sé si es que está aumentando el tamaño de esta anomalía espacial o simplemente queremos probar a ver si cebándola cae por su propio peso.

¿Podríamos hacer algo más útil con este dinero? Quizás suene algo populista, pero yo diría que sí; Podríamos paliar los estragos que el Covid-19 ha ocasionado a nuestro – actualmente saturado – sistema sanitario, por ejemplo. Hace unos días se hacía viral en twitter un video que publicaba uno de los youtubers que han emigrado a Andorra por la asfixiante presión fiscal española. En él Wall Street Wolverine contestaba a las criticas de las altas esferas de la progresía, que se quejaban de que si todos se marchasen de España ¿quién pagará la sanidad?. El zasca sigue retumbando en la red social.

75.000 tratamientos de fibrosis quística (6.000€/ud.) se pagan con un Ministerio de Igualdad.

4.500 tratamientos de leucemia (100.000€/ud.) se pagan con un Ministerio de Igualdad.

6428 trasplantes de pulmón (70.000€/ud.) se pagan con un Ministerio de Igualdad.

180.000 días de tratamiento COVID (2.500€/día en la UCI) se pagan con un Ministerio de Igualdad.

Puedes ver aquí el vídeo respuesta:

El video para concluir, trae a colación uno de los titulares más vergonzosos de todos los que viene arrastrando la Ministra de Igualdad desde su toma de posesión “España fue el país que sufrió en 2020 el mayor aumento de la tasa de desempleo femenino hasta situarse en el 18,4%, lo que sitúa al país como el segundo con más paro entre las mujeres de toda la Unión Europea”.

Negarse a alimentar el agujero negro del feminismo no es insolidario, es de sentido común.


[1]https://violenciagenero.igualdad.gob.es/violenciaEnCifras/victimasMortales/fichaMujeres/home.htm

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