Facebook daña a los niños y adolescentes… y lo sabe

Una ex empleada declara en un comité del Senado de los Estados Unidos y aporta abundante documentación.

Facebook daña a niños y adolescentes… y lo sabe. Un estudio interno reconoce saber que fomenta la competitividad de imagen en Instagram sin importar los efectos que pudiera tener. La información aportada en el Senado señala que los algoritmos de Instagram provocan ansiedad, adicción, trastornos en la alimentación y pensamientos suicidas. ¡Y que la compañía lo sabe!

¿Por qué no hace nada para evitarlo? Muy sencillo: para la compañía el beneficio económico está por encima del bienestar de sus usuarios. Así lo señala una ex gerente de Facebook en el Senado americano, Francis Haugen. Se trata de una mujer de 37 años, ingeniera informática y master en gestión de negocios. Ha trabajado en Google, Pinterest o Yelp además de Facebook. O sea una gran profesional que sabe de lo que habla.

No sólo sabe de lo que habla sino que ha tenido la precaución de hacerse con abundantísima documentación interna que avala sus acusaciones.

Haugen también acusa a la red social de Zuckerberg de alimentar la polarización y la división. Así, por ejemplo, revela que el nuevo algoritmo de Facebook evitó el control de los comentarios críticos con las vacunas. La razón es sencilla: más polarización, más participación, más permanencia en la red, más exposición a publicidad, más negocio.

Además, la ex empleada de Facebook también acusa a la red social de no controlar a quienes quieren usar la red para cometer actos violentos como asesinatos masivos en Myanmar o el asalto al Capitolio de los EEUU. 

Por último, denuncia que el control de los comentarios de odio y de las desinformaciones son “deshonestos”. Es decir, que existe sesgo en el control. O sea, que estamos ante una censura explícita. Y ella sabe de lo que habla porque su puesto era de gerente de “desinformación”. O sea, era la que coordinaba a los supuestos “verificadores” que no son otra cosa que la censura 2.0.

Así se expresaba Haugen:

“No confío en que [Facebook] de verdad quiera invertir lo que hace falta invertir para evitar que Facebook sea peligroso (…) Facebook siempre prioriza sus intereses, que son ganar más dinero (…) Cuando vivimos en un entorno informativo lleno de contenido furioso y polarizante, cargado de odio, nuestra capacidad de preocuparnos los unos por los otros se debilita (…) La versión actual de Facebook está desgarrando nuestra sociedad y provocando violencia étnica por todo el mundo”

Por si fuera poco, recientemente nos enteramos que Facebook pagó 5000 millones de dólares al Tesoro americano para blindar a su presidente, Mark Zuckerberg.

Sin embargo, el Senado americano parece dispuesto y comprometido a poner freno a la bestia. Tanto demócratas como republicanos comparten que Facebook privilegia el beneficio sobre la salud y el bienestar psicológico y emocional de sus usuarios. Y también de su derecho a la privacidad de sus datos.

Las informaciones reveladas por la ex empleada suponen un verdadero tsunami. De momento, el mismo día que Haugen denunciaba las acciones de Facebook cayeron un 5%. Pero el daño reputacional parece irreversible. Y no sólo eso sino que marca un antes y un después para que la administración empiece a controlar y regular a la red social más poderosa del planeta.

Si quiere apoyar el esfuerzo del Senado americano, puede hacerlo aquí:

https://citizengo.org/es-lat/204676-investiguen-sancionen-y-regulen-facebook

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