El 20 de septiembre de 1986, el Senado de los Estados Unidos confirmó a William Rehnquist como Presidente del Tribunal Supremo por una votación de 65-33, y a Antonin Scalia como Juez Asociado por una votación unánime de 98-0.
Esta doble confirmación marcó un momento crucial en la historia conservadora, consolidando una filosofía judicial más originalista y conservadora en el tribunal más alto de la nación bajo el mandato del Presidente Ronald Reagan.
Rehnquist, anteriormente Juez Asociado desde 1972, y Scalia, un juez federal de apelaciones conocido por su enfoque originalista, ayudaron a cambiar el equilibrio del Tribunal hacia interpretaciones conservadoras de la Constitución, influyendo en decisiones históricas sobre temas como el federalismo, la libertad de expresión y el poder regulador durante décadas.