El 23 de septiembre de 1980, Ronald Reagan, el candidato presidencial republicano, pronunció un importante discurso de campaña en Chicago, enfatizando los principios económicos conservadores.
Hablando ante el Consejo Internacional de Negocios, Reagan esbozó su plan para la «Reaganomía», abogando por recortes de impuestos, la desregulación y la reducción del gasto público para estimular el crecimiento económico.
Criticó las políticas económicas del presidente Jimmy Carter, culpándolas de la alta inflación y el desempleo.
Este discurso consolidó la plataforma de Reagan como un defensor del conservadurismo de libre mercado, resonando entre los votantes y contribuyendo a su aplastante victoria en las elecciones de noviembre. Marcó un momento crucial en el auge de la política económica conservadora moderna.