El 15 de octubre de 2002, se celebró el primer Día de la Concienciación sobre la Pérdida de Bebés en el Reino Unido, organizado por un grupo de padres en duelo a través de la Sociedad de Muerte Fetal y Neonatal (Sands).
Inspirado por las celebraciones estadounidenses, este evento marcó el comienzo de un recuerdo anual global para la pérdida de embarazos y bebés, incluyendo abortos espontáneos y muertes fetales, fomentando la concienciación y el apoyo a las familias afectadas, al tiempo que subraya los principios provida y profamilia al afirmar el valor de las vidas no nacidas y la importancia de la curación familiar.