El Día Nacional del Recuerdo de los Niños Abortados inaugural se celebró el 14 de septiembre de 2013.
Organizado por Citizens for a Pro-Life Society y Pro-Life Action League, se llevaron a cabo más de 100 servicios conmemorativos en los Estados Unidos en cementerios y monumentos conmemorativos para niños abortados, lo que marcó el primer esfuerzo nacional para honrar y llorar públicamente a las víctimas del aborto como un acto solemne y unificado de recuerdo.
Este evento fue un hito fundamental en el movimiento pro-vida, que añadió un enfoque en la conmemoración y el testimonio espiritual, ayudando a humanizar al no nacido y a profundizar la conciencia pública de la tragedia del aborto.