España será cristiana o no será

Quiero recalcar que no se apela a la violencia con el título de este artículo (como podría ser el eslogan feminista, que es una verdadera amenaza en toda regla), sino que es un llamado a la conversión y a lo objetivo. Porque va contra todo razonamiento creer que España puede dejar de ser cristiana.

El año pasado, en el 2019 España celebró el centenario de la Consagración al Sagrado Corazón de Jesús, en el Cerro de los Ángeles (que como dato curioso es el centro geográfico de la península ibérica, situado en el municipio de Getafe, a unos 10 km al sur de Madrid), considerado durante mucho tiempo el epicentro de la fe española. Esta consagración puede ser renovada personal o comunitariamente tantas veces como uno sienta ese ardor en su corazón. De hecho, el pasado 20 de febrero de 2021, un grupo de jóvenes lo hicimos, como se puede ver en la foto que encabeza el artículo.

Además, como se aprecia, llevábamos unas banderas rojigualdas con el escudo del Corazón de Jesús y la insignia de: ¡Reinaré en España! ¡Viva Cristo Rey!

Los diferentes escudos representativos de la monarquía, la república, la democracia, la dictadura, etcétera, son temporales. Todo pasa. Y lo último que permanecerá -que también es lo primero que estuvo- es el Reinado de Cristo.

Sin ánimo de poner los dientes largos a otras naciones, no podemos olvidar la promesa tan firme que nos hizo Jesús de reinar en España con mayor veneración que en otras partes. ¿De verdad creemos que podemos emprender un camino como sociedad española sin Dios? Ojito, corremos el riesgo de repetir la historia de Jonás. Vamos, que podremos correr, pero no escapar, porque -nos guste más, nos guste menos- estamos en las manos de Jesús.

¿Y qué decir de María? Madre, Reina, Virgen, Santa. Somos tierra mariana. Si crees lo contrario, te reto a buscar otro país donde haya tantas Iglesias nombradas con diferentes advocaciones de la Virgen.

Y quiero recalcar que no se apela a la violencia con el título de este artículo (como podría ser el eslogan feminista, que es una verdadera amenaza en toda regla), sino que es un llamado a la conversión y a lo objetivo. Porque va contra todo razonamiento creer que España puede dejar de ser cristiana.

“Tal parece que Dios es español al obrar tan grande milagro (de Empel)

El almirante Hohenlohe-Neuenstein.

Si revisamos un poco la historia de España, entenderemos que las guerras han sido en última instancia espirituales. Por ejemplo, y con lo que respecta a este tema, los milicianos de la guerra civil española, conocidos como el Frente Popular, fusilaron el monumento del Sagrado Corazón de Jesús (y al defender al monumento, cinco jóvenes fueron fusilados). Quedó todo hecho añicos, excepto su Corazón. El cual está custodiado, como rey a su corona. ¿Veis el fanatismo? Fusilar una escultura de piedra. Si no creyesen que Dios existe, ¿quién repararía en tal atrocidad?

Creo que hasta aquí ya me habré ganado el calificativo de franquista fascista, pero espera, hay más.

Franco fue quien, una vez finalizada la guerra civil, recuperó el nombre al Cerro de los Ángeles, pues el bando republicano lo había apodado como el Cerro Rojo. Así como dio orden de construir un nuevo monumento, réplica del anterior, que comenzó a edificarse en 1944. Este nuevo monumento fue inaugurado en el año 1965 y es el que tenemos en la actualidad.

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